Brozny tenía que ir todos los días solo hasta el colegio. El camino le daba miedo porque estaba lleno de ruinas y cascotes y los soldados no vigilaban casi. Más de una vez había disparos.
Por eso su mamá le hizo una camiseta de la suerte, donde había escrito claramente: No dispare.
La camiseta le venía un poco grande, pero así era mejor porque se veía más el texto.
Brozny ahora iba más tranquilo al cole. Hasta se entretenía por el camino y jugaba. Lo típico de un niño.
Su madre le había procurado toda la protección que le era posible. Pero no había tenido en cuenta cómo procesa la mente una orden negativa. Para una 'olla' presionada es casi una invitación, sobre todo si tiene un arma (y créeme, este lugar está lleno de gente así).
El resto salió en los periódicos.