"Sin amor no hay libertad, sino egoísmo que es el infierno."

aviso

Este blog no está recomendado para menores, así que tú mismo con tu mecanismo.

fin del aviso



20 de enero de 2012

jolgorio de chorlitos

"Se ruega a los pacientes que se quejen en silencio, gracias."
Theme Hospital

la vida al revés comienza con una despedida

supervivir, vivir super

famosillos yoyó que venden sus pueriles varianzas

el candil encandilado
en el canto acantilado
del canal acanalado

cuando crujen los huesos
es la muerte que llama a la puerta:
toc toc, se puede?

pensamieto pofundro:
la mierda al sol parece oro

el ciego lee las líneas secretas del libro,
las que no están escritas,
las que cruzan de lado a lado el texto,
como una herida abierta

cada vez que cumplas años
acuérdate de esos nueve meses
que pasaste formándote en tu madre,
esos nueve meses que faltan añadir
a la cuenta de tu vida

Lucas: sietemesino, melancólico, payaso y suicida

precisión: nunca la vela viste y ardía hinchada

ceda amable, sea el asiento

el truco más viejo siempre es nuevo para alguien

capable, que se puede capar

toga otorga grato trato

proverbio milenario:
cuando el aire entra por la ventana,
la puerta se cierra de golpe

cámara fotográfica con botones en braille

recuerde bien este consejo:
los consejos hay que recordarlos bien

deicidio involuntario

iba de enrollao,
se pasó de rosca,
lo pusieron de vuelta y media

el bello chino diodo

Juliana pasa de todo

a todo esto, Schroedinger está muerto o no?

Holoturia of the Cheskis

Ignacio está indignacio

lema para una pancarta:
El mundo se acerca!

ensamblage en San Blas

...donde vive la carne vieja y olvidada

anatomía de la nieve (con diagramas)
decimotercera edición

el sol se licua en el cuenco ritual
mientras los adoradores bailan
a su alrededor

el océano llega tarde

ad hominem = por mis cojones

definición: inexistente y sin embargo culpable

no es lo mismo un sintecho que un descapotable

los subtítulos están incrustados,
quién los desincrustará?
el desincrustador que los desincruste
buen desincrustador será

desencuentros con lo conocido

a veces hay que dar un gran rodeo para encontrar un atajo

El Fabri: Cante de ideas

una sinfonía moderna hecha de silbidos de escaleras mecánicas

si cada día haces algo diferente,
cada día haces lo mismo

criminal:
está el delegado?
no, está el gurueso

valentía, tía Valen

dixlesia

ladino Saura

tacañonas cañonas

tropelías del torpe Elías

doré mi fasol así

suspicacias, suspiros y acacias

ya me di rasmia pues
ya me dirás, mia pues

dedos abarrotados de insectos,
arracimados frutos colgantes,
delirio arbolado

picatoste
picatexto

suficiencia, ciencia sufí

corolario: color ario

aprende flauta,
tiene mucha salida ahora

cinta encontrada en máquina de escribir abandonada

Explicación: La imagen muestra una hoja en blanco sobre la que se ha pegado una cinta de máquina de escribir. La cinta se ha cortado en tiras que se han dispuesto horizontalmente formando líneas para facilitar su lectura. El fondo blanco del papel permite distinguir el texto que ha quedado registrado en la cinta mecanográfica como consecuencia del proceso de escritura. La cinta no registra ni espacios en blanco ni saltos de línea ni cosas así, con lo que su lectura resulta un tanto ardua y extraña. Fin de la explicación. xxQexueridaermxxxhermanaqu´etalest´asseguroquevxbien,yoyalobesaqu´imetidocomounamonja,nomepyxuedoquejarpuesquenometratanmal,yabesesm´aslaxxlafalaxxxxmalafamaloquetiixraparatrasperolixuegolarealidaesnormalunsitiom´asnimejrxornipeorsolom´asqueunpcoxxxpocoespezialydiferentendxnadamsxaxas.Unbesoparat´iyotroparaminiña,dilequelaquierocontodamialmademibxvidaydemicoraz´ondeverdaquememueraaoramismosimientoquepensoenellacadasegundo.Elabofxgadoest´atratandohaversipuedesacaralgunacuerdoomejoracion,habersiaysuerte.Miangelmedafuerzasparaaguantarlarutuxinadecadad´ax´ia.Allersoñ´equeestavaenelcieloconella,mepasabastanteqyexxuesueñoesto,mehazesentirbienluegoeld´ax´iasemehazem´asllebadero.Lepidoalcielotodoslosd´iasport´iyporella,nomequedaotracosaenekxlmundo.Aqu´itengomuchotienpopatxrapensrxaryalgoeaprendidodelpasado,sobretododemisherrores,ahoxxoranoabr´iaecholomismo.Voyadaptandomeam´inuemaxxvavida,ayqueverellasxdobueno,aqu´inosponenmuchoslimitesperotanbientequitasdeemxncimamuchosprobemsxas.Imajinoquet´utanbienest´asconmuchoscanvoxiosyprobemasnuebosentuvxbixxvida.Valorsefuertemirat´uerxxhermanocomoluchayseaguantasinpotrestarnimu,abecesesnormalquetefayenlasfuerzasytengdxasmuchasdudas,yotanbien´llorocomounamadalemxnacuandoestoiconeld´iatontpxo,peroesoesunratonam´asyluegodsxxsepasaloqueinportaestirarpalanteyapechugarconloquebenga.Animoyalxxportodas,tienestodomiapolloymiconfianza,deberdatelodigoxxxxxxxxxxxxxxxxverdatelodigocontodomicoraz´ondemibxvidaydemialmaquemiamornuncsxatebafaltarpaseloquepsexxaseseguroquesabr´asloquehazer,cuidatemyxucho,temandomuchosbesosyabraczos,esperocartadet´i,bengaunsalixudoyastapronto.

Pescute

Pues abia na vez una ciudad que se llamaba Pescute y que alli vivia un rey que se llama Felérico.
Felérico era un rey muy sinpatisco que na cia mas que pasear tol dia saludandio a los demas gentes, ya demas que sienpre le seguian de tras del su tropade soldados.
Asique era un pobrema porque tapaban casi to los laos y ni ya ni no ni se ni podia ni casi ni pasar ni na ya mas nadie solo mas que ellos tol rato y ya.
Yasi ya se hacian los atascos que no veas, den marcarlos y to.
Poreso el rey no se pudia parar en casi ningun sitio pa hablar con casi ningun naide.
Poreso la gente sieinpre le diecian que estaban muy ocupados y se iban deprisa ya lejos.
Y el rey sonrieia pero feliz que no era y ademas que estaba encima un poco mas tistre y todo.
Poreso un dia se lievanto y dejo una nota que ya no queria ser mas rey y salio sin la corona y todo, pero los soldados que no se abian dao cuenta y le seguian seguiendo igual.
Y el rey pues que se puso a correr mas y los soldados pues que tan bien.
Y luego va y va y casi le pilla un coche pero no y menos mal.
Y luego ya sescondio en una tienda de disfrances y como abia mas muchos dinsfraces pues que no li econtraron yasi ya se libro porfin desos pesaos y tan bien se izo amigo del tiendero.
Y ya se fue a puntarse pa cerse de otra pofresion y se izo barriendero, de los que barrien la callie.
Yasi ya era mas feliz porque se podia parar pa blar con quien quisiera de las demas piersonas de la gente y eso y todo y fin amen chispun.

el hombre que rozó la perfección

Pues resulta que la gente estaba ya aburrida de las olimpiadas, porque se habían degenerado ya todo lo que podían dar de sí y más. Ahora tenían tropecientas categorías para competir, a cuál más absurda y ridícula. Samba, punto de cruz, cata de horchata y todo lo que te puedas imaginar y más.

Pues bien, entonces se les ocurrió ya la rematadera, el colmo, el no va más de la estupidez. Se trataba de ver a ver quién llegaba a la perfección o lo más parecido a ella que se pudiera. Y claro, eso no es tan fácil de comprobar como parece. Ya de primeras no es fácil ni definirla ni saber cómo reconocerla.

Pero a ellos se lo vas a contar. Estaban ahí todo ilusionaos con la idea y que ya no la querían cambiar, para nada. Total, que hubo que poner un poco de orden en semejante sandez y se inventaron unas bases de lo más esperpénticas, pero claro, qué te vas a esperar si no.

Pues eso, que los participantes tenían que inscribirse ya antes de nacer y todo, o sea que era cosa de los padres apuntarlos y eso. Entonces ya se les asignaba un supervisor y ya venga ahí a vigilarlo bien al sujeto, sin ni parpadear siquiera, para ver bien si era perfecto de verdad o no.

Así durante toda su vida, y luego ya, cuando el aspirante espiraba y la palmaba, pues ya los evaluadores le ponían la puntuación final y a ver quién había sacado la nota más alta.

Y no te lo pierdas, que había empates y todo. Y entonces había que celebrar una especie de juicio con jurado, jueces y todo, para repasar bien las notas y afinar mejor las puntuaciones, con todos los decimales que hicieran falta hasta encontrar al ganador.

Con esto se lo pasaban tan ricamente, venga ahí a perder tiempo y más tiempo en infinitos debates, tertulias y demás zarandajas.

Al final ya, pues como que se habían pasado muchos años y la gente quería saber quién había ganado o algo. Y le dieron el premio a uno que había muerto ya ni sé la de años que hacía. Y mira tú qué gracia tiene eso. Ninguna, ya lo ves.

Pero es que así de idiotas o peor eran las olimpiadas, hasta ese extremo habían llegado.

Y no contentos con eso, va un mindundi delegado piltrafilla y dice que mire usted, que no está de acuerdo con el veredicto y que hay que impugnarlo. Y ya se liaron otra vez a discutir y a darle mil vueltas al asunto, hasta que se hartaron y dijeron, a la porra, que no se lo damos a nadie y se acabó, que no queremos saber nada más de esta historia, que mejor cada uno se está en su casa tan tranquilo viendo el júrgol o lo que sea y que salga el sol por ande sea, como dicen los de allende.

Y así fue como fue. Que tampoco tiene más la historia, ya ves tú. Una tontería como una catedral. Casi nada, menuda pamplina. Se superaron, vamos.

novia disparate

No voy a dispararte, sólo quiero besarte. Dice.
Seguramente hará las dos.
No hace ni veinticuatro horas que nos conocemos.
Era una mañana normal y corriente.
Yo estaba en clase, aburrido y desganado.
Veníamos del recreo, aún más cansados y desanimados que antes.
Había sido uno de esos recreos frustrantes.
Que quieres hacer varias cosas y no te decides por ninguna.
Y el tiempo libre se escapa tan rápido, que maldita la gracia, tú.
Entonces, va el director y nos dice que van a darnos una charla.
Entran dos mujeres, una joven, de mi edad o así, y la otra mayor.
Dicen que van a hablar sobre primeros auxilios o algo por el estilo.
Aún me da más pampurria eso, como dicen los de allende.
Si pudiera, aquí estaría yo. Sí, corriendo.
No parece ser opcional.
Aunque algunos se las han apañado para escaquearse.
Igual les tocaba desdoblarse o yo qué sé.
Bah, qué más da. Ya veo que no me libro del rollo este.
Y en primera fila además. Puf.
Me entra picor en la palma de la mano derecha.
Me rasco.
Se me va levantando una piel muerta.
Seca, tersa, de grosor considerable.
Me la voy arrancando, a cachos, con pasmo y placer a partes iguales.
A lo tonto me he quitado como media palma casi.
Entonces se pone a salirme de ahí una sangre negra.
Fea, chunga, asquerosa.
La chica joven lo ve y me mira con repulsa y desagrado.
Con ojos acusadores, reprobadores, censuradores.
Odio que me culpabilicen por cosas así.
Yo qué me iba a saber esto.
Joder.
Me levanto y voy a lavarme la mano al lavabo de los servicios.
Me la envuelvo un poco con papel higiénico y vuelvo.
La mujer mayor lleva todo el rato soltando su rollo sin parar.
No sé de qué rayos habla. Es que ni lo intento, vamos.
La chica joven se sienta a mi lado.
Señala un texto que ha escrito en mi mesa.
Me pongo a leerlo, pero tampoco le encuentro el meollo.
Farragoso, no llego a comprenderlo.
Ella tiende su mano, justo donde termina el texto.
En su mano hay más texto escrito.
Que continúa por su brazo hasta llegar a su escote.
La tumbo en mi mesa y me pongo sobre ella.
Sonríe picarona.
Le digo: Voy a tener que bajarte esto para seguir leyendo.
Se hace la recatada.
Le bajo el vestido y veo sus pechos.
No hay más texto, sólo dos puntos. Digo.
Se ríe. Nos besamos.
Nos magreamos a base de bien, nos metemos mano.
Lo hacemos ahí mismo y todo.
No dejamos de besuquearnos y tontear todo el rato.
Luego termina el rollazo que ha metido la tipa esa.
Dudo que nadie le haya hecho el más mínimo caso.
Tiempo perdido. A saber de qué habrá hablado.
Vuelven algunos compañeros.
Se sorprenden de vernos ahí tan pillados y acaramelados.
Enredados, enajenados, embelesados, despendolados.
Lascivos y demás adjetivos.
Envueltos en una burbuja de desenfreno y lujuria.
Sin reparos ni conocimiento, sin recato ni compostura.
Con la sesera vacía, con el coco sorbido el uno por el otro.
Abrazados, entrelazados, ahí liados como unos desesperados.
Y sí que es verdad que algo de eso hay.
Se nota la pasión desatada.
Las ganas locas, largo tiempo aguantadas, reprimidas, acalladas.
No sé si es parte de su hechizo, pero creo que nos parecemos.
Su locura, de alguna manera, saca mi lado más ido, impulsivo, vivo.
Físicamente no es nada del otro mundo, ni falta que hace.
Del montón, normal, y qué más da.
Lo que es arrebatador es su forma de ser.
Más que arrebatadora, es un puro volcán, un auténtico vendaval.
Me dice no sé qué de vámonos al cine.
Me parece un poco precipitado, desquiciado, absurdo o así.
Como toda ella.
Y me encanta.
Se acaba la clase.
A todo esto, mi mano ya estaba casi curada del todo antes.
Antes de caer de lleno en su torbellino incontrolable.
Se la enseño de nuevo y ríe.
Río yo también, se nos contagia la dicha, la euforia, la alegría.
Estamos borrachos de amor. O embriagados, que queda más fisno.
Huelo a saliva, sudor y sexo. Huelo a ella y me vuelve loco.
Cojo mi abrigo, no encuentro mi mochila.
Nos vamos.
Bajo las escaleras por el hueco del centro.
Descolgándome por la baranda como un mono.
Ella desciende por los peldaños, como una persona civilizada.
No, si aún va a parecer que el loco soy yo, jeje.
Me alcanza en un piso intermedio.
Atrapa mi cintura y me quita los pantalones.
Tira los calzoncillos por ahí y me hace cosas malas.
Cosas muy deliciosamente muy malas.
Los calzoncillos terminan aterrizando sobre el conserje.
Que duerme la mona abajo del todo.
Se despierta, los olisquea y los lanza con asco lejos de sí.
Van a parar al cristal de una ventana.
Donde quedan expuestos como en un escaparate.
Me pongo otra vez los pantalones.
Sin nada debajo.
Cosa que nos excita y enardece más aún a los dos.
Bajamos rozándonos y sobándonos descaradamente.
Salimos a la calle.
Vamos a mi casa, le digo. Vamos a la mía, dice ella.
Vale, decimos los dos.
Empezamos a andar, no sé con qué rumbo.
Seguimos todo el rato besándonos y provocándonos, descontrolados.
Casi sin ver ni por dónde andamos.
Parece que vamos hacia mi casa.
De pronto, cambiamos de idea y tiramos hacia la suya.
Luego otra vez hacia la mía, y luego otra vez que no.
Parecemos un par de beodos sin seso ni talento, sin freno ni medida.
Y así el resto del día.
Ha insistido más veces en lo de ir al cine.
Es como si eso fuera lo más de lo más para ella.
La suma consagración definitiva.
La confirmación del amor absoluto o algo parecido.
La prueba de mutua entrega total y recíproca, al cien por cien.
Y creo que la entiendo.
Me parece que ha visto muchas películas.
O que su razón de ser es ver muchas películas.
Que a través de ellas se ha formado, o se va formando, un ideal.
Una filosofía de vida, un credo supremo, una manera de ser y existir.
Algo que tiene que ser compartido.
Jopé, me da casi hasta un poco de miedo parecernos tanto.
Luego, de golpe, se ha torcido la cosa.
No sé cómo ni por qué.
Algo que he dicho o no he dicho, vete a saber, cualquier tontería.
Lo que menos te esperarías o imaginarías.
Y me sale con estas.
Y sigo pilladísimo, loco perdido, hasta las trancas por ella.
Y me da igual todo, que haga lo que quiera.
Estas horas no nos las quita ya ni dios.
Ni nada ni nadie, por mucho que pase.
En fin.
Una loca es algo único.
Ya te digo, Sergio, ya te digo.