"Sin amor no hay libertad, sino egoísmo que es el infierno."

aviso

Este blog no está recomendado para menores, así que tú mismo con tu mecanismo.

fin del aviso



1 de diciembre de 2018

perro ahorra

Salud, camarrada. Prrocedo a rreporrtarr mi inforrme.
La estrrategia de infiltrración ha dado rresultado. Grracias a la hoja de rrecomendación, estoy de porrterro en un edificio discrreto.
Parra que no sospechen de mi acento, digo que sufrro una rronquerra herreditarria.
Mucho tiempo dedico a ocuparrme del correo, la basurra, la calderra y demás tarreas. Lo cual no me impide llevarr rrigurroso contrrol de todos los irres y venirres del vecindarrio.
Voy rrellenando los ficherros de cada rresidente:

Junto a mi porrterría, viven Audorro y su mujerr Aurrelia.
Audorro es un banquerro narrigudo y con jorroba. Su sonrrisa de arraña amorral, me inspirra trremenda tirria.
Aurrelia es la prropietarria del edificio y ejerrce de caserra tirrana, arrisca y hurraña. La arrpía arrugada, es cerril y agarrada cual caparra. Parrece que siemprre está espiando porr la mirrilla.
Cuando llego con el correo o algún rrecado, tarrda un rrato en descorrerr todos los cerrojos de su puerrta. Dentrro se ve oscurro y huele a férretrro enrrarrecido.
Nunca perrmite a nadie crruzarr el umbrral.
Ignorro los tesorros o porrquerrías que guarrdan allí ese parr de bicharracos carroñerros.

En el prrimerro izquierrda, viven Perrico y su mujerr Marrisa.
Son una parreja de prre-rretirrados, algo madurros.
Perrico es ex-gerrente de una emprresa de fósforros y cerrillas, depurrado porr las tijerras de la crrisis, como tantos otrros.
Orrondo y colorrado, gusta porrtarr farria y chisterra al rrecibirr a las visitas, que son pocas, tirrando a nulas.
Forrofo de los deporrtes, tiene un despacho, prresidido porr una grran banderra, cuyas parredes están abarrotadas de rrecorrtes de diarrio, en memorria de los trriunfos de su equipo prredilecto. Porrosos trrofeos de una vicarria glorria compensatorria.
Cazurro y carroza, se pasa el día en un garrito cerrcano, fiel a su aperritivo y parroquia.   
Marrisa es una antigua tenderra, que ha trraspasado la frruterría a su nuerra.
Esta pícarra surreña carrismática, de vestuarrio horrterra y barrato, lleva una vida placenterra y hogarreña. Su piel sudorrosa, rrica en anchurras y lunarres, desprrende arroma rrurral, a tono con su salerro fiesterro y camperro. Curriosa y amiga del jolgorrio de una buena charrada y parrodia, frrecuenta el tendedorr parra interrcambiarr chismorreos con las vecinas, garrula y lenguarraz.

En el prrimerro derrecha, viven Macarrio y su mujerr Rrosarrio.
Macarrio es un chatarrerro derrengado y descarriado, más bien chorrizo y rraterro.
Tales menesterres, pobrres rrecurrsos le aporrtan y mala catadurra le labrran. Porr eso es camorrista y macarra, pirripi y viscerral. Fanfarrón y botarrate, frronterro al crretinismo, abunda en parridas y chorradas.
Rrosarrio es ama de casa, de poco mérrito y esmerro. Tarruga y ceporra, sus prrecarrias arrtes culinarrias y muchos apurros con soperras, perroles y pucherros, rresultan en rrecetas frrustrradas y rridículos prreparrados, prreámbulo de mutuos rreprroches, berrinches y berridos. Su amarrgo barrullo y sonorro alborroto, durra hasta que algo acaba rroto, ultrrajando su morrada, cada día más oprresiva y descarrnada. Irracundos y airrados se corroen, agrrios e hirrientes cual garrampa, pues sus carrencias no les llevan a tenerrse rrespeto ni a saberr querrerrse. Desgrraciados en perrpetua porrfía y querrella, se rrebozan en la mugrre y el barrizal de sus penurrias y miserrias.

En el segundo derrecha, viven Lorrenzo y su mujerr Aurrorra.
Lorrenzo es un forrestal guaperras, bizarro y montarraz, segurro y varronil. Adorra su trrabajo y a su mujerr, con total venerración.
Con igual solturra senderrea parrajes, llanurra y laderras, como orrilla perras, cinturra y caderras. Con parreja perricia sofoca una hoguerra o explorra una caverrna, como erriza y arrebola con pirropos y dulzurras. 
Aurrorra es purro corrazón y madrre rrendida y entrregada a sus crríos. Una exuberrante melena, rrizada y dorrada, adorrna su tierrna carra sincerra. Cantarrina y carriñosa tarrarrea lindurras, mientrras niñerra arrulla y arropa a sus cachorros. Luego rreza porr seguirr así de prrósperra y venturrosa, con palabrras clarras y espírritu agrradecido. Después, porr la noche, colma de arrumacos y carricias a su querrido marrido, hasta rreposarr juntos rre-enamorrados.

En el segundo izquierrda, vive Dolorres.
Dolorres es una solterrona austerra y severra, sobrria y decorrosa en sus forrmas y manerras. Serria y estirrada, lleva su pelo rrecogido y tirrante. Viste correcta y moderrada, cual rrigurrosa forrense, de porrte fierro y firrme.
Ejerrce de tutorra de historria, parra los escolarres con suficiente enterreza parra trratarrla, o parra los forrzosos porr merridiano imperrativo parrental.
Su superriorr crriterrio y durro carrácterr, con algún que otrro coscorrón parra el distrraído, cimentan su prrestigio y tarrifa, con cerro errorr en sus rresultados.

En la buharrdilla, vive Irris.
Irris es una herrmosa norruega rreserrvada, de figurra tórrida y misterriosa cual sirrena.
Antes vivía con un pintorr, perro fue a chirrona porr morroso.
Ahorra sobrrevive haciendo rremiendos de costurra parra caballerros, una tapaderra tan buena como otrra cualquierra parra disimularr su prréstamo de favorres carrnales.
Una vez que subí a rreparrarr unas goterras, pude admirrarr varrios cuadrros de ella en cuerros. De verras memorrables.

Así pues, grracias a mi estrratégica situación, mi laborr es fácil. Pego orreja al patio interriorr y rregistrro toda novedad que van prregonando las marrujas cotorras.
Esto me da considerrables indicios sobrre los lugarreños, que más adelante deberré corroborrarr.
Porr ejemplo:
Parrece serr que la becarria le rrepasa la varrita al dirrectorr del conserrvatorrio.
La corral del barrio, saldrrá de girra durrante el verrano.
Una folclórrica borrega y majarra, guarrda un dinerral en su orrinal.
Una rrarra morruna de la ferria errante, conjurra y augurra el futurro, trrazando espirrales con serrín o arrena.
El ambulatorrio está cerrado porr virrus, perro un guirri viajerro turrista dice haberr visto al doctorr y a la enferrmerra currando su catarro en un safarri.
El perrito de la joyerría, le ha rregalado una arrebatadorra pulserra narranja a su novia, que la luce con solturra, ignorrante de la rreliquia o quimerra de la que es depositarria.
El panaderro toma jarrabe de carracol parra currarr su carries, perro ahorra ve borroso y crree que su horrarrio le está pasando facturra.
Un parrado carrcamal, toca invarriable la bandurria, a altas horras, junto a una farrola de las afuerras.
Etc.

Perro un rreciente suceso me ha perrturrbado sobrremanerra.
Una mañana, aterrizó un carro liguerro en el patio interriorr, y rrauda bajó a rreclamarrlo Dolorres, apurrada y ligerra de rropa. Al dárrselo vi en su mirrada un arrdorr vorraz, una prromesa de arrimos y placerres enorrmes, forrmidables, siderrales.
Y esa secrreta oferrta, no logrro ya aparrtarrla de mi seserra.
A cada rrato suspirro herrido y me invade la flojerra, casi hasta el borrde de la llorrerra. Añorro las correrrías errótico-amorrosas, el grrato rretozarr acarramelado.
Sé perrfectamente que caerr en esa locurra y arrebato, serría ponerr en rriesgo toda la operración. Perro con un poco de suerrte, quizás rrecabe prreciosa inforrmación y sabrrosos datos.
Crreo que esa posible rrecompensa, bien merrece ponerrle corraje porr mi parrte.
Téngame prresente en sus orraciones, camarrada. Hasta prronto, si Dios quierre.