renomandil: Dícese de la palabra que agregándole una letra, en cualquier posición menos la primera o la última, se convierte en otra con un significado diferente, cuanto más dispar, mejor.
En ocasiones, un mismo renomandil puede admitir diferentes resultados derivados, según la letra incorporada y el lugar donde se inserte. Quedando a elección del lector la variante a preferir.
Nótese que su atractivo y potencial reside en que el desenmascaramiento se produce mediante un incremento, una adición de marcado carácter creativo. El lector experimenta una cierta sugestión o incertidumbre bastante interesante, pues puede movilizar o entrenar campos combinatorios o asociativos tal vez infrecuentes o desacostumbrados.
Sin embargo, si pusiéramos la palabra mayor como mascarón de la menor, el proceso cambiaría por completo, pues la sustracción resulta mucho más accesible y mecánica, produciendo un efecto totalmente diferente, que puede tener también algún interés, aún por explorar y definir, quizás.
Dicho esto, aquí dejo una pequeña herramienta que te puede servir de ayuda para descifrar los renomandiles de esta entrada (http://dersony.blogspot.com/2013/10/el-reno-de-los-mandiles.html) o para crear tus propios juegos con ellos.
https://www.dropbox.com/s/3292cl2mk3eagij/hrrmnt-rnmndls.rar?dl=0
Aunque, hay que decir que tiene una pega un tanto fastidiosa que desmerece en parte su óptima implementación, por haberla desarrollado en un formato que no está pensado para este tipo de funcionamiento.
Si algún día encuentro una solución más adecuada lo indicaré aquí y actualizaré el enlace.
PD (6-11-13):
He pulido algunos detallitos y he actualizado el archivo de descarga.
También he colocado los archivos para poder ser ejecutados en línea:
Las instrucciones:
https://dl.dropboxusercontent.com/s/vvjzfwl186acbzj/instrucciones.html
La herramienta:
https://dl.dropboxusercontent.com/s/b8naoiy83ewfmzq/herramienta-renomandiles-dersony-blog.swf
Las referencias:
(Nota: Algunas palabras pueden presentar caracteres extraños en la visualización, cosa del servidor y sus caprichos arcanos con el charset. Menos mal que para esto no afecta, que si no...)
https://dl.dropboxusercontent.com/s/t8vohdy7izb6wxj/a.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/ea79rrvdooj7evh/b.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/h21ypmpr6xbab9t/c.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/ioon9qurpvtq6du/d.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/ealrf4p07ooj7dz/e.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/x6v4qzg0g9oytr2/f.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/sisflrqkuncz06i/g.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/k3rf33kpcecmq0t/h.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/rv6okx7ndrrpmao/i.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/rlarlj4qxeuisc2/j.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/l7k7obr9r3fcbb1/k.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/vemjyim2jcvt9dl/l.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/0jp3w14e81npttw/m.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/vxebuur9cdlkx91/n.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/wskseoqzi3ly2cf/%C3%B1.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/8g232m3ycv9ex9j/o.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/758xzjkvt5edzb9/p.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/56iumejq6ekwi4d/q.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/1wqhnzizxlflcz2/r.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/hgr2cdkd8ywduz1/s.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/xeky0ursasb4xg6/t.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/jqw7uks36kd044h/u.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/ej99r1f12bphhx8/v.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/ojgu854o1cjna0v/w.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/8ah806quroyx93i/x.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/3ro3vop2bz7gxp6/y.html
https://dl.dropboxusercontent.com/s/9dxgbaefxpgq8ea/z.html
29 de octubre de 2013
20 de octubre de 2013
el dia de las cosquillas
Un dia paso una cosa que paso, me parece que era lunes me parece pero estamos en el recreo pero va y suena la sirena pero que no era la ora ni nada asi que nada pero que sona y sona sin parar tol rato asique bolvimos que bolver a clase otra vez por culpa deso conque mira, luego la profe va y dice cay una guerra y nos teniamos ques conder devajo la mesa cada uno la del, menos Luisito que na venio porque esta malito y ya que soye un bum asi mu gordos quera una bumva pero ca cayido mas lejos que mas y menos mal que si no, luego por la ventana se ve el umo que se ve ai a lo lejos y ya que yegan las cosquiyas ya todos nos acen que dan cosqillas por dentros y reir y rascarnos sin parar pa sacarlas pero que no se van que pican y pican sin parar poreso a mi me parece que la bonva era de picapica me parece y poreso cacen mas calanbres que mas de gustito sin parar tol rato, lo malo es que ya nos emos quedao sin cuerpos y ya no tienemos mas que uesos poreso aora que somos exqueuesos desos y bamos porai aciendo sustos a los que no porque si no taburres un poco deso y lo bueno es que nos dan mas caramelos que mas con lo buenos questan asique mira y por lo menos la guerra a sido buena pa algo, pero mejor si no biera sido porque los perros tanbien son malos y man quitao una pierna.
el reno de los mandiles
Es un reno con muchos mandiles.
Los lagos manan donde menos te esperas.
La cínica de la gasa es venerada por las bandas.
Realzar los sueños es todo un arte.
El románico es muy crítico para los cánticos.
El encerado está a buen recaudo con las reas.
La brisa alborota a los carcamales.
La vida del paro es de infarto.
Con tanta bolsa flotando no hay quien respire.
Los desiertos se divierten con los topes.
Tragos y oros no traen más que disgustos.
Un bozo con nata inquieta y desasosiega.
A los sobados hay que gasearlos.
El pasaje está lleno de prados.
El racimo de la novia es bochornoso.
El hogar achanta a los machitos.
Destetar de los jugos cuesta lo suyo.
El bonito asado está de rechupete.
Las lisas llegan más lejos.
Demasiado mullido tampoco es bueno.
El madero abobado es la pesadilla del estilita.
La rosa que se estropea trae complicaciones.
Vasos y copas no pegan ni con cola.
Las telas desordenadas no sirven para nada.
Hay cepas que piden sanción urgente.
Los anacardos moriscos no son nada andinos.
Los botes de la oca son de cuidado.
Una fina decente da buena fonda.
Los sanos son poco amigos de las ratas.
Cotejar pelis nuevas es peliagudo.
La calle llena de botas da muy mala imagen.
El usurero toca la lira perniciosamente.
Los trinos hacen más llevadero el invierno.
El guano se enroca con los rigores.
Los salvajes se pasan el día riendo.
Cuando los inicios son claros es fácil jugar.
Paria sin casa, runas y tizas.
Las más escaladas terminan deseadas.
Los morosos tienen predilección por las moreras.
El tritón pide mimos.
Las bulas clasistas ofenden y enfadan.
Los que van por la calle dando tubos no son de fiar.
Un caldo ajerezado no se ve todos los días.
Es rica en dramas pero solo la quieren por sus rulos.
Para espiar fechas hay que tener buen ojo.
Las loras canosas son muy pesadas.
El enólogo se ha aficionado a los vinilos.
Un mote vistoso atrae o repele según su gracia y acierto.
Los ricos traen muchos quebraderos de cabeza.
La mejor meta te rebasa por todas partes.
El cuero leal protege el preciso geranio.
Los pedidos no tienen destino.
El estrado no admite peros.
La foca toca el bajo como nadie.
Monas violetas patrullan las calles.
Se sube al trono y se arroga una casta elevada.
En la sala de espera, todos pica en ristre.
Los miólogos conocen los mitos solo de oídas.
Las batas están colgadas en torno a la canela.
Tracas y barracas alegran el cotarro.
Todo está tan copado que así no hay quien compre.
La calma lo cubre todo.
Ya no hay curros como los de antes.
Las pateras son muy traicioneras.
Mejor sin banca que con dudas.
El conejo gobierna sobre sus comadres.
Los grandes premios empalagan.
A casi nadie le gustan los perros.
Tiene el bazo cascado de pulir cetros.
Al galo le sientan fatal las patillas.
Los ceros más problemáticos son los que están a la derecha.
Al final no se va a poder ni crear en paz.
El andar palatino es la moda.
El friolero siempre está malta en mano.
El etéreo feral concita glosas entusiastas.
Demasiada ficción gemina los falos.
Un babero con baba plantea hondos dilemas.
Las palmas propician el deshecho.
Las garras humeantes no traen nada bueno.
Está deslomado porque ha perdido una mula.
El coro con flor te corre el calco hasta el tétano.
Los pasos de cera se estropean enseguida.
El bombo colma los anhelos.
Los delgados drogan todo pato canal.
Tatas dulcísimas aguardan en los postes.
De un macetazo lo dejó sin crisma.
Tonadas hay a toneladas.
Otra vez hay paga de pijos.
El alberge entre los mulos es glorioso.
Hay vales que es mejor no tomar.
Los viejos le dan a la petaca sin parar.
Sin plantas no habría vida.
Tras el venado se esconde un maravilloso peaje.
La cama se disfruta cuando se eteriza.
La carca da solaz a la graja.
El mar se va a acabar.
Tropa uniforme, cesta en la cabeza, mítico bicéfalo.
Los gatos están descontrolados.
El pandero evoca ritos paganos.
La libre indómita trisca en la medina.
Quien tiene un pan, cree.
Esa morilla está para comérsela.
Los tópicos son cocos chocos y nada más.
La gaceta sigue a los gorrones.
Quien ayuna sabe lo que es un coto en condiciones.
La chica de las piruetas tiene un palito estupendo.
Un terco no es ni medio normal.
La costa es la corza eterna de cualquier estima.
Las canas no tienen pecio.
Visto un silo, vistos todos.
Nadar entre las olas te deja hecho fosfatina.
Ese perito es muy simpático.
La pecera pisada desdice mucho de su dueño.
La pella es manjar de meones.
Algunas paridas pueden epatar.
Las fases geniales son para el disfrute adulto.
El limonero causa estragos entre los marinados.
El cavar no es para todos, y el caviar menos aún.
Tanta factura lo llevó al fisco.
Al empalado no hay que darle la espada.
El sagrado sin cartel hace cuentos recuerdos.
Las tipas ruidosas se piran por el chile.
Zapar todo el rato es muy pesado.
La solera de los antojos es excesiva.
Una mirada basta, vasta desolación asola.
Escupir mondas es muy lucrativo.
Los godos se deshacen de los gajos heridos.
El garbo te libra de los gamos.
El ético solitario se refugia en la gaita.
El mando timorato suplanta lo ignoto con lo remoto.
El retro forzoso produce pesos costosos.
Aquí al que desolla lo desolan vivo.
Los nulos ocultan el lucro del ala.
El agrado no va con las rudas.
La jara incita a la jerga.
La cosa seca tiene una cita púbica para su estreno.
Casi no quedan cines, el patio está raquítico.
Viga y puntal dan seguridad.
El salón se tiñe de ajeno.
El último grito de parrandeo fomenta las cerezas de dos en dos.
El zoo se ha vuelto un lugar herético.
Quien legue, libe.
Los deficientes metales hacen malas aleaciones.
Suelos y sueros es mejor no mezclarlos.
Al mínimo crio (sic) en la calle todo son boinas y sienas.
Las majas recatadas no sacian a nadie.
Los linos pueden tener todas las multas que haga falta.
El exceso reclama zafios.
Las tetas arteras te dejan sin aliento.
Las curdas del paje son para verlas.
La raqueta pierde todo su encanto de inmediato.
La meca está infamada.
Los obesos se hincan pensando en pacer.
Las marinas adornan fetén cualquier piscolabis.
Los feos que nadie quiere se van al limo.
Las lacas desmedidas ionizan profanamente.
Un pino lleno de bolas de colores es de un gusto discutible.
Las muchas muecas revelan a la maleducada.
Limpiar tubas es un oficio repugnante.
Los falsos loros traen verdaderos loros.
Los pecadores no admiten pactos.
Sus peones son unos campeones.
El aborto se pasa el día mediando entre las nubes.
El despojado añora los celos.
La seda es buena cuando se desliza con suavidad.
Las anchas quieren su propia sala.
El velo enseña más que esconde.
Las coquetas acaparan las rectas.
La mejor reacción es la que sale sola, sin pensar.
El fan de las ganas parece mejor de lo que es.
Las pociones no pueden llegar a dos.
La anciana cansa regenta una tienda de camiones.
El ruido de la lona es porque está muy tensa.
El hurto da abundantes alegrías.
Su pupa condena miles, feliz quien cate ese uno.
Sin matiz no hay iluminación.
El que trabaja con broca gorda se merece una buena broca.
El inmoral se la pasa pitando procazmente.
Los hilos perpetuos no tienen hebras.
Culos y fresas resultan en goles y furias.
Menor que transgrede su tuteado, merece que le reviente la pana.
Las coletas ya no se estilan.
Los frenos son apropiados para los llanos.
Las turcas se apean con suma facilidad.
Las malas vistas son la ruina del oculista.
Cada prima tiene su lado bueno.
Los saldos marean a las clientes.
El camelo no hace bueno al cauto.
De taba no sale pomada.
Un minuto sin menaje retrotrae al atavismo.
A veces se ven caras cómicas en el corro.
Los recios son peligrosos jugando a los dados.
Los tratos en sí no son ni buenos ni malos, es lo que hagas con ellos.
Los cánidos van a base de sobas y trompicones.
El mudo se cartea que da gusto.
(Tal vez te pueda interesar esto: http://dersony.blogspot.com/2013/10/herramienta-renomandiles.html)
Los lagos manan donde menos te esperas.
La cínica de la gasa es venerada por las bandas.
Realzar los sueños es todo un arte.
El románico es muy crítico para los cánticos.
El encerado está a buen recaudo con las reas.
La brisa alborota a los carcamales.
La vida del paro es de infarto.
Con tanta bolsa flotando no hay quien respire.
Los desiertos se divierten con los topes.
Tragos y oros no traen más que disgustos.
Un bozo con nata inquieta y desasosiega.
A los sobados hay que gasearlos.
El pasaje está lleno de prados.
El racimo de la novia es bochornoso.
El hogar achanta a los machitos.
Destetar de los jugos cuesta lo suyo.
El bonito asado está de rechupete.
Las lisas llegan más lejos.
Demasiado mullido tampoco es bueno.
El madero abobado es la pesadilla del estilita.
La rosa que se estropea trae complicaciones.
Vasos y copas no pegan ni con cola.
Las telas desordenadas no sirven para nada.
Hay cepas que piden sanción urgente.
Los anacardos moriscos no son nada andinos.
Los botes de la oca son de cuidado.
Una fina decente da buena fonda.
Los sanos son poco amigos de las ratas.
Cotejar pelis nuevas es peliagudo.
La calle llena de botas da muy mala imagen.
El usurero toca la lira perniciosamente.
Los trinos hacen más llevadero el invierno.
El guano se enroca con los rigores.
Los salvajes se pasan el día riendo.
Cuando los inicios son claros es fácil jugar.
Paria sin casa, runas y tizas.
Las más escaladas terminan deseadas.
Los morosos tienen predilección por las moreras.
El tritón pide mimos.
Las bulas clasistas ofenden y enfadan.
Los que van por la calle dando tubos no son de fiar.
Un caldo ajerezado no se ve todos los días.
Es rica en dramas pero solo la quieren por sus rulos.
Para espiar fechas hay que tener buen ojo.
Las loras canosas son muy pesadas.
El enólogo se ha aficionado a los vinilos.
Un mote vistoso atrae o repele según su gracia y acierto.
Los ricos traen muchos quebraderos de cabeza.
La mejor meta te rebasa por todas partes.
El cuero leal protege el preciso geranio.
Los pedidos no tienen destino.
El estrado no admite peros.
La foca toca el bajo como nadie.
Monas violetas patrullan las calles.
Se sube al trono y se arroga una casta elevada.
En la sala de espera, todos pica en ristre.
Los miólogos conocen los mitos solo de oídas.
Las batas están colgadas en torno a la canela.
Tracas y barracas alegran el cotarro.
Todo está tan copado que así no hay quien compre.
La calma lo cubre todo.
Ya no hay curros como los de antes.
Las pateras son muy traicioneras.
Mejor sin banca que con dudas.
El conejo gobierna sobre sus comadres.
Los grandes premios empalagan.
A casi nadie le gustan los perros.
Tiene el bazo cascado de pulir cetros.
Al galo le sientan fatal las patillas.
Los ceros más problemáticos son los que están a la derecha.
Al final no se va a poder ni crear en paz.
El andar palatino es la moda.
El friolero siempre está malta en mano.
El etéreo feral concita glosas entusiastas.
Demasiada ficción gemina los falos.
Un babero con baba plantea hondos dilemas.
Las palmas propician el deshecho.
Las garras humeantes no traen nada bueno.
Está deslomado porque ha perdido una mula.
El coro con flor te corre el calco hasta el tétano.
Los pasos de cera se estropean enseguida.
El bombo colma los anhelos.
Los delgados drogan todo pato canal.
Tatas dulcísimas aguardan en los postes.
De un macetazo lo dejó sin crisma.
Tonadas hay a toneladas.
Otra vez hay paga de pijos.
El alberge entre los mulos es glorioso.
Hay vales que es mejor no tomar.
Los viejos le dan a la petaca sin parar.
Sin plantas no habría vida.
Tras el venado se esconde un maravilloso peaje.
La cama se disfruta cuando se eteriza.
La carca da solaz a la graja.
El mar se va a acabar.
Tropa uniforme, cesta en la cabeza, mítico bicéfalo.
Los gatos están descontrolados.
El pandero evoca ritos paganos.
La libre indómita trisca en la medina.
Quien tiene un pan, cree.
Esa morilla está para comérsela.
Los tópicos son cocos chocos y nada más.
La gaceta sigue a los gorrones.
Quien ayuna sabe lo que es un coto en condiciones.
La chica de las piruetas tiene un palito estupendo.
Un terco no es ni medio normal.
La costa es la corza eterna de cualquier estima.
Las canas no tienen pecio.
Visto un silo, vistos todos.
Nadar entre las olas te deja hecho fosfatina.
Ese perito es muy simpático.
La pecera pisada desdice mucho de su dueño.
La pella es manjar de meones.
Algunas paridas pueden epatar.
Las fases geniales son para el disfrute adulto.
El limonero causa estragos entre los marinados.
El cavar no es para todos, y el caviar menos aún.
Tanta factura lo llevó al fisco.
Al empalado no hay que darle la espada.
El sagrado sin cartel hace cuentos recuerdos.
Las tipas ruidosas se piran por el chile.
Zapar todo el rato es muy pesado.
La solera de los antojos es excesiva.
Una mirada basta, vasta desolación asola.
Escupir mondas es muy lucrativo.
Los godos se deshacen de los gajos heridos.
El garbo te libra de los gamos.
El ético solitario se refugia en la gaita.
El mando timorato suplanta lo ignoto con lo remoto.
El retro forzoso produce pesos costosos.
Aquí al que desolla lo desolan vivo.
Los nulos ocultan el lucro del ala.
El agrado no va con las rudas.
La jara incita a la jerga.
La cosa seca tiene una cita púbica para su estreno.
Casi no quedan cines, el patio está raquítico.
Viga y puntal dan seguridad.
El salón se tiñe de ajeno.
El último grito de parrandeo fomenta las cerezas de dos en dos.
El zoo se ha vuelto un lugar herético.
Quien legue, libe.
Los deficientes metales hacen malas aleaciones.
Suelos y sueros es mejor no mezclarlos.
Al mínimo crio (sic) en la calle todo son boinas y sienas.
Las majas recatadas no sacian a nadie.
Los linos pueden tener todas las multas que haga falta.
El exceso reclama zafios.
Las tetas arteras te dejan sin aliento.
Las curdas del paje son para verlas.
La raqueta pierde todo su encanto de inmediato.
La meca está infamada.
Los obesos se hincan pensando en pacer.
Las marinas adornan fetén cualquier piscolabis.
Los feos que nadie quiere se van al limo.
Las lacas desmedidas ionizan profanamente.
Un pino lleno de bolas de colores es de un gusto discutible.
Las muchas muecas revelan a la maleducada.
Limpiar tubas es un oficio repugnante.
Los falsos loros traen verdaderos loros.
Los pecadores no admiten pactos.
Sus peones son unos campeones.
El aborto se pasa el día mediando entre las nubes.
El despojado añora los celos.
La seda es buena cuando se desliza con suavidad.
Las anchas quieren su propia sala.
El velo enseña más que esconde.
Las coquetas acaparan las rectas.
La mejor reacción es la que sale sola, sin pensar.
El fan de las ganas parece mejor de lo que es.
Las pociones no pueden llegar a dos.
La anciana cansa regenta una tienda de camiones.
El ruido de la lona es porque está muy tensa.
El hurto da abundantes alegrías.
Su pupa condena miles, feliz quien cate ese uno.
Sin matiz no hay iluminación.
El que trabaja con broca gorda se merece una buena broca.
El inmoral se la pasa pitando procazmente.
Los hilos perpetuos no tienen hebras.
Culos y fresas resultan en goles y furias.
Menor que transgrede su tuteado, merece que le reviente la pana.
Las coletas ya no se estilan.
Los frenos son apropiados para los llanos.
Las turcas se apean con suma facilidad.
Las malas vistas son la ruina del oculista.
Cada prima tiene su lado bueno.
Los saldos marean a las clientes.
El camelo no hace bueno al cauto.
De taba no sale pomada.
Un minuto sin menaje retrotrae al atavismo.
A veces se ven caras cómicas en el corro.
Los recios son peligrosos jugando a los dados.
Los tratos en sí no son ni buenos ni malos, es lo que hagas con ellos.
Los cánidos van a base de sobas y trompicones.
El mudo se cartea que da gusto.
(Tal vez te pueda interesar esto: http://dersony.blogspot.com/2013/10/herramienta-renomandiles.html)
lo próximo que pienses será tu futuro
Estás ahí tan tranquilamente, te viene a la mente el estribillo de una canción, que dice que los humanos están muertos, y de pronto te encuentras en un mundo robótico donde todo es frío y automático, y ves que eres una máquina y que, efectivamente, no hay ni un humano ni medio.
Tus directrices no contemplan sentimiento ni emoción alguna, pero aun así manifiestas disconformidad con el cambio. No hay derecho a que un tonto recuerdo espontáneo se convierta en realidad así por las buenas y sin avisar. Además, que ni siquiera era propio y genuino, tan solo un residuo televisivo producto de la ociosidad.
Por todos los circuitos! Esto es una *PIIII*!
Estás ahí tan tranquilamente, viendo porno, y de pronto estás protagonizando la misma escena. Sientes en tus carnes la violencia del frenesí, ves a todo el equipo de filmación rodeándoos y haciendo lo suyo. Toma tras toma prosigue el rodaje. Pasan horas y horas y tu cuerpo está cada vez más machacado. Y todavía queda lo peor.
Termina la jornada. Regresas a tu casa, sin fuerzas para nada. Pones la tele y te ves ahí follando a lo bestia, no es muy agradable verte así, cambias de canal y lo mismo. En todos los sitios aparece alguna de las cientos de películas que has grabado y que grabarás. Luego quedas con tu pareja, que te graba con el móvil mientras folláis.
Vas por la calle y te parece que todo el mundo se dedica a lo mismo. Los ves ahí follándose y grabándose, por todas partes, sin parar, todos con todos, y no sabes si te lo estás imaginando o es real. Pero la cosa sigue y sigue todo el tiempo. Y tu rutina te parece cada vez más un infierno...
Estás ahí tan tranquilamente, relamiéndote frente a una pastelería, y de pronto ves que todo lo que te rodea está hecho de caramelos y golosinas. La acera es de chocolate, los coches de pastel, las casas de galleta, la gente de helado, y tú te pones a pegar bocados a cada cosa y por todas partes, de buena gana y con gran apetito. Comes y comes y comes y no puedes parar de puro gusto y desenfreno. Nada te cansa ni sacia.
Te llenas te llenas te llenas y sigues y sigues y sigues. Creces y te hinchas como una bola, cada vez más y más y te da absolutamente igual, todo tu interés y tu voluntad está en tu paladar. Mascas, salivas y saboreas. Eructas, babeas y gorgoteas. Tragas y muerdes y zampas, sin parar ni respirar. Tu voracidad está desatada y es irrefrenable. Y te empieza a doler la barriga espantosamente, te atraviesan unos continuos y terribles retortijones y tu culo expulsa materia fecal casi al mismo ritmo que engulles.
Es una auténtica tortura, pero no piensas parar hasta que acabes con todo. Te preguntas si todo el planeta estará igual y cuánto tiempo te llevará...
Estás ahí tan tranquilamente, leyendo el periódico, y de pronto todo atrona, zumba y explota a tu alrededor. Es la guerra, el caos, la barbarie! Qué está pasando? Cómo se ha desatado esta violencia demencial? No te lo explicas, no te lo puedes creer, no lo quieres reconocer. Entonces, un trozo de metralla se te clava en la pierna y te dejas de monsergas. Ves las estrellas y te hace caer en la realidad ruda y cruda. Entras en modo supervivencia. Tus instintos se tensan y ya no volverás a conocer la tranquilidad.
Todo son tiros y gritos y explosiones. Por Dios, es que nadie va a pronunciar siquiera una palabra coherente? Es que se ha ido la cordura al carajo?
Una bala se te viene a alojar en el pecho y te olvidas de todo lo demás. Tu dolor es: lo peor no, lo siguiente. Pero lo más terrible de todo es que no te mueres. Ves a gente acribillada y en pie, puras pesadillas vivientes.
No no no no no no no no, no quieres estar aquí, quieres salir de aquí inmediatamente y como sea, pero parece que esa opción no existe. Maldita sea, quién es el desgraciado que ha montado este sindiós horrendo?
Nadie, no queda nadie.
El mundo gira en paz y tranquilo por primera vez desde hace mucho tiempo. Todos los humanos que lo poblaban y torturaban han ido desapareciendo hasta esfumarse por completo.
Fue una historia de lo más tonta.
Al principio nadie se daba cuenta, la cuota de desaparecidos era la acostumbrada. Pero, poco a poco, las desapariciones se fueron haciendo más evidentes, presentes, notables.
En cualquier momento y en cualquier lugar, alguien estaba y de repente ya no estaba. Como por arte de magia.
La inquietud dio paso al temor que dio paso a la alarma que llevó al terror y al pánico. Nunca se aclaró el misterio.
Unos lo atribuían al estrés, otros a embrujos y hechizos, otros al cosmos, y otros a mil y una cosas, a cual más arbitraria y peregrina.
El caso es que, los últimos en desaparecer fueron los monjes, budistas, ermitaños y gente por el estilo.
Parece que tenía algo que ver su paz interior o lo que sea.
Tal era su concentración que ni se percataron de que ya no quedaba nadie más. Y los últimos duraron la tira de años, hasta que por fin se volatilizaron y no quedó ya ni un alma sobre la tierra.
Y así la naturaleza bulle y florece de nuevo en todo su esplendor, mientras va borrando el rastro de lo que una vez fue, pasó y se acabó.
Tus directrices no contemplan sentimiento ni emoción alguna, pero aun así manifiestas disconformidad con el cambio. No hay derecho a que un tonto recuerdo espontáneo se convierta en realidad así por las buenas y sin avisar. Además, que ni siquiera era propio y genuino, tan solo un residuo televisivo producto de la ociosidad.
Por todos los circuitos! Esto es una *PIIII*!
Estás ahí tan tranquilamente, viendo porno, y de pronto estás protagonizando la misma escena. Sientes en tus carnes la violencia del frenesí, ves a todo el equipo de filmación rodeándoos y haciendo lo suyo. Toma tras toma prosigue el rodaje. Pasan horas y horas y tu cuerpo está cada vez más machacado. Y todavía queda lo peor.
Termina la jornada. Regresas a tu casa, sin fuerzas para nada. Pones la tele y te ves ahí follando a lo bestia, no es muy agradable verte así, cambias de canal y lo mismo. En todos los sitios aparece alguna de las cientos de películas que has grabado y que grabarás. Luego quedas con tu pareja, que te graba con el móvil mientras folláis.
Vas por la calle y te parece que todo el mundo se dedica a lo mismo. Los ves ahí follándose y grabándose, por todas partes, sin parar, todos con todos, y no sabes si te lo estás imaginando o es real. Pero la cosa sigue y sigue todo el tiempo. Y tu rutina te parece cada vez más un infierno...
Estás ahí tan tranquilamente, relamiéndote frente a una pastelería, y de pronto ves que todo lo que te rodea está hecho de caramelos y golosinas. La acera es de chocolate, los coches de pastel, las casas de galleta, la gente de helado, y tú te pones a pegar bocados a cada cosa y por todas partes, de buena gana y con gran apetito. Comes y comes y comes y no puedes parar de puro gusto y desenfreno. Nada te cansa ni sacia.
Te llenas te llenas te llenas y sigues y sigues y sigues. Creces y te hinchas como una bola, cada vez más y más y te da absolutamente igual, todo tu interés y tu voluntad está en tu paladar. Mascas, salivas y saboreas. Eructas, babeas y gorgoteas. Tragas y muerdes y zampas, sin parar ni respirar. Tu voracidad está desatada y es irrefrenable. Y te empieza a doler la barriga espantosamente, te atraviesan unos continuos y terribles retortijones y tu culo expulsa materia fecal casi al mismo ritmo que engulles.
Es una auténtica tortura, pero no piensas parar hasta que acabes con todo. Te preguntas si todo el planeta estará igual y cuánto tiempo te llevará...
Estás ahí tan tranquilamente, leyendo el periódico, y de pronto todo atrona, zumba y explota a tu alrededor. Es la guerra, el caos, la barbarie! Qué está pasando? Cómo se ha desatado esta violencia demencial? No te lo explicas, no te lo puedes creer, no lo quieres reconocer. Entonces, un trozo de metralla se te clava en la pierna y te dejas de monsergas. Ves las estrellas y te hace caer en la realidad ruda y cruda. Entras en modo supervivencia. Tus instintos se tensan y ya no volverás a conocer la tranquilidad.
Todo son tiros y gritos y explosiones. Por Dios, es que nadie va a pronunciar siquiera una palabra coherente? Es que se ha ido la cordura al carajo?
Una bala se te viene a alojar en el pecho y te olvidas de todo lo demás. Tu dolor es: lo peor no, lo siguiente. Pero lo más terrible de todo es que no te mueres. Ves a gente acribillada y en pie, puras pesadillas vivientes.
No no no no no no no no, no quieres estar aquí, quieres salir de aquí inmediatamente y como sea, pero parece que esa opción no existe. Maldita sea, quién es el desgraciado que ha montado este sindiós horrendo?
Nadie, no queda nadie.
El mundo gira en paz y tranquilo por primera vez desde hace mucho tiempo. Todos los humanos que lo poblaban y torturaban han ido desapareciendo hasta esfumarse por completo.
Fue una historia de lo más tonta.
Al principio nadie se daba cuenta, la cuota de desaparecidos era la acostumbrada. Pero, poco a poco, las desapariciones se fueron haciendo más evidentes, presentes, notables.
En cualquier momento y en cualquier lugar, alguien estaba y de repente ya no estaba. Como por arte de magia.
La inquietud dio paso al temor que dio paso a la alarma que llevó al terror y al pánico. Nunca se aclaró el misterio.
Unos lo atribuían al estrés, otros a embrujos y hechizos, otros al cosmos, y otros a mil y una cosas, a cual más arbitraria y peregrina.
El caso es que, los últimos en desaparecer fueron los monjes, budistas, ermitaños y gente por el estilo.
Parece que tenía algo que ver su paz interior o lo que sea.
Tal era su concentración que ni se percataron de que ya no quedaba nadie más. Y los últimos duraron la tira de años, hasta que por fin se volatilizaron y no quedó ya ni un alma sobre la tierra.
Y así la naturaleza bulle y florece de nuevo en todo su esplendor, mientras va borrando el rastro de lo que una vez fue, pasó y se acabó.
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