Alma cruel, de anatomía salvaje,
ser inasible, hazte presente,
escucha y atiende.
Ese silencio, soy yo, no te confundas.
Hay un resorte, algo, que nos une.
No sé, igual sueño, o deliro,
pero tú, lejana y altiva...
Puf, qué anticlima.
A ver si me explico,
con quién hablo?
Alma cruel de los muchos nombres,
ahora no es la que fue, a esa déjate lejos,
trae, sí, a la nueva, de nombre verídico, verdadero.
Cuida que así sea, sin rollos, sin equívocos.
Que no se agite el ascua que no deba,
que no arda el hielo de la afrenta.
Eco, espejismo, huid abochornados.
Menudo espectáculo,
el niño galleta no llega a la despensa.
No hablemos de mí, ahora.
Alma cruel, acude, asoma,
deja que te desnude y descubra.
Me interesa cómo estás hecha,
probar una cosa, ver lo auténtico, lo vero.
Qué nos une? Dónde está el nexo?
La mezcla es: Posible, peligrosa,
inestable, dañina, perfecta.
Negro sobre negro, carbón y petróleo,
espíritus afines, broma del destino.
Castigo o recompensa?
Es juego, y bien sabido.
La fortuna gira tu rueda y decide mi camino.
Bobada? No lo creo.
Basta quererlo y proponerlo.
Alma cruel, te invoco y te conjuro,
es tu turno, doble o nada,
mueve casilla, haz tu jugada.
Baile de pares, pulso afilado,
duelo de alacranes.
Mide la fuerza, estudia la materia,
calcula el resultado.
Es ciencia incierta, qué duda cabe,
mismo es mi caso,
nadie dice, nadie sabe.
O se cree o se espera,
acaso hay más orillas?
Promesa baldía,
enigmas, ardides, porfías.
Alma cruel, sombra esquiva,
deja que siga tus fibras, el grácil ordenamiento de tus músculos,
que pese tus huesos, la dulce melodía de tu esqueleto,
que espíe tus sueños, el suave latir de tu existencia.
Oh, aleteo arrebatado, de lírico aficionado.
Y sigue:
Sé guante, sé morada,
sé inquilino, sé aldaba,
sé acicate, sé invitada,
sé testigo, sé balada,
sé cómplice, sé camarada,
sé bálsamo, sé lanzada.
Sé todo y sé nada,
sorprende y hastía,
confunde y aclara,
comparte y separa.
Sin engaños ni promesas ni fianzas,
sin créditos ni pagarés ni deudas,
tampoco hacen falta.
Antes ya es luego, comienza y acaba.
Nos conocemos, en el fondo,
como todos.
Eso es lo malo, ay, por los miedos.
Tal vez, o quizá, o mejor, lo que sea...
cábalas, quimeras, quiméricas cabalísticas.
Mal va esto, ni tono, ni pulso, ni brío,
la ruina en verso, jeje.
Por dónde iba?
Alma cruel, parte errante,
trato, intento, procuro,
enredarte, seducirte, atraparte.
Te invito, ven, visita mi telaraña,
lista para recibirte, dispuesta para acogerte,
a punto para encantarte conquistarte hechizarte.
Los polvos mágicos rebosan por los rincones,
el traje de príncipe está en el armario,
y no llevo gomina porque no va conmigo.
Esto sobraba, claro.
Pues eso, te instalas y ya,
te como un poquito, para ver a qué sabes,
doña misterios.
No hace falta modestia, sé lo que escondes,
tu espejo es mi reflejo, tu reflejo es mi espejo,
es igual, comparado, el resto es desierto.
Alma cruel, no odias cuando un manjar sale vacío?
Galletas sin fortuna ni provecho?
Bollos sin cuerpo ni seso?
Sopas sin caldo ni sustancia?
Aire sin alma? Humo sin fuego?
Vida sin sustento ni proyecto?
Ya mejor callo, fracaso de teleanuncio,
sin gancho ni chispa ni gracia.
Aun habré de arrepentirme,
escritor destalentado y sin remedio.
Alma cruel, de qué va todo esto?
Me lo traduces para que lo entienda?