Este es harto remoto y vago. Además tengo la vaga intuición de que, en parte, proviene del recuerdo de una peli vista en la infancia. O sea que hay una especie de mezcolanza, pero aun así hay algo relevante y pertinente en él (vamos, que aunque no puedo precisar si realmente sucedió o sólo es una fantasía, un capricho de mi memoria, tampoco puedo asegurar lo contrario. En fin, que el sueño insiste en haber sucedido, a pesar de todo).
La cosa es así: Es verano, al mediodía. La calle está vacía, voy por ella corriendo, huyendo de alguien que se supone me persigue. Miro hacia atrás de vez en cuando pero no veo a nadie, sin embargo siento que está muy próximo. En un descuido tropiezo con la acera y me golpeo la rodilla contra el suelo, abriéndome una brecha considerable en la piel. Duele mucho, soplo sobre ella para aliviarme, limpio la herida de tierra y piedrecillas con la mano. Sale algo de sangre pero no mucha. Lo raro es lo que veo ahí dentro: veo hierro, cables, circuitos electrónicos (nada de carne, músculo o hueso) y eso me perturba profundamente, me invade una súbita sensación de incredulidad, de miedo y desconcierto, de vértigo.
Soy un robot, terrible descubrimiento. Entonces, no estoy vivo? No tengo alma? Por qué? Cómo? Quién? Esto es tan inesperado, tan sin sentido que estoy completamente descolocado, ya nada más tiene importancia. Desaparece todo a mi alrededor y solo queda la duda, una extraña angustia informe, incomprensible. Y con esa profunda duda (primaria, no articulable) me despierto y me acompaña aún un buen rato. Y si en realidad...? Quién sabe.