1
Zoodisbráquido ataque a la ortoecolia,
repleta de paleomaníacos,
un euendoide emerge del oniropótamo,
monomecanismos temblando,
manto macropirético enoplasmático al canto,
holopatía general,
gigoginas y exegotánatos babean ante las algistesias,
cunde la hidromegalia,
neurodoctrinal despliegue de los bicardiotados,
todo es cacolalia y espanto,
eumelánica nictogenia, nubes y oscuros presagios,
brontófilos ululantes aguardan,
astroparamétricos cascos cubren la vaguada,
lluvia de agrolitos ensangrentados.
3
Politanáticamente fotogamiaba mis
poiquilofobias en Necropotamia
cuando la proetnia con su mesolalia
me telealgió a su endohipnosis saturada
de monoenia pseudopirética cuya
disdelia me arrebató hasta la
trismisomecanópolis de los
hipántropos poligenéticos
donde mi microcleptodactilia
reincidió a pesar de la ortoamnesia
implantada y la paleoteosis
abrazada.
4
Eulipia exohelíaca goteante,
ecosaurios pragmamétricos campando a sus anchas,
aeroestesias mecanohipnóticas llenando el cielo,
perimacrotomías promaquiavélicas tentando la suerte,
oligosóficos etnofrenoides aburriendo al personal,
necroholísticas trineumáticas en todos los periódicos,
hermosos eufonismos pronunciados por el piromántico,
polijugosos carpoaristícos birlados con habilidad,
selenotraumosis fulminante haciendo de las suyas,
taquiónicos cloropédicos silueteando el horizonte.
5
Aérea, la ninfa macroestética, misóquira y odontopédica
se escurre entre el gentío, sufriendo estoica su nictopiresis
que psicoictiotiza su cabeza, impidiendole actuar cuerdamente,
por lo que anda palpando con nostalgia sus suaves micromorfias,
mientras su fiel hipopompo se arrastra ante ella, abriendo el camino,
sin mirar demasiado el osteoágrico paisaje que les rodea,
de repente un apoarístico distraído topa con Aérea, que cae al suelo
extasiada con la paracosmoblastia desencadenada
al tiempo que su agatotrilineosis emerge de nuevo sin piedad,
entonces unos apologizantes poiquilocacos interrumpen la escena,
deteniendo la agrocíclica heteroastria de la sinheliópolis,
hasta que una brava geriaérica los espanta cual neotaquiginias.
7
Para el epitriendobraquimorfoide faloplasmático
el heliomorfo pirófago vale lo que un apométrico plasmomecanonte,
y la braquípolis clorográfica no puede negar
que el protópico misolípido de los biociclos
era cosa del necroritmo neumoantropoide,
mientras que la rodoblastia eumórfica
era genuina praxia del hemomante cardiopático.
10
Bosque selenodéndrico en susurro,
noche libre de helioárquicos reflejos,
escasos restos parageicos flotando,
serena calma tranquila,
holomecanonte sinpráctico llega,
entra,
quedo cruje el clorolítico suelo,
mira a las progiroginas pululantes,
en su continuo egocáquico debate,
lleno de musicales agatolálicas risas,
un exobronto anuncia a las nictoninfas,
hermosas, gigacámpicas, xenógamas,
llenas de metaquíricas fantasías,
el tecnófilo queda embelesado,
contemplando sus antimánticos bailes,
mágicos, eritrohipnóticos,
rituales.
11
Hiperneurótico homozoo sufre holofalopiretosis,
agita desesperado sus bibráquidos brazos,
agámico, trineumático,
contemplando trinecrotómicas alternativas,
estrujando gigalípidos sobrantes,
automaquilalizando el caso,
despreciando xenomorfias perdidas,
afilando su metrorrínico olfato,
buscando bioeróticos estímulos,
refrenando su monocleptopatía ansiosa,
bregando con la mnemoprogino-apodelia
macroquirohipnotizante.
12
Megaamnesia crónica invalidante,
endodermia holoálgica severa,
apoteleecofonía recurrente,
gerohemia polinecrotizante heredada,
cefalomanía sofomorfoideítica terminal,
flebotraumosis urticante multiple,
hipnologoritmia degenerativa,
hiperpericiclofotoglosis extraordinaria,
poiquilocardia progresiva desquiciante,
misotaquiplasmia devastadora incurable,
neumooftalmia ultracorruptora,
hidrodactilia multiinvasiva,
y eritrofobia agresiva,
pero por lo demás no tiene nada.