"Sin amor no hay libertad, sino egoísmo que es el infierno."

aviso

Este blog no está recomendado para menores, así que tú mismo con tu mecanismo.

fin del aviso



13 de marzo de 2018

tubular

Voy por la calle y aparece una especie de serpiente gigante negra, que se me traga. Se supone que forma parte de los festejos que están teniendo lugar, o algo.
Su interior es confortable.
Para quedar de nuevo en libertad, debo esperar hasta que otra persona sea atrapada y ocupe mi lugar.

Esta criatura no es una serpiente, pues no tiene cabeza ni cola.
Forma un canuto de unos diez metros de largo, con un diámetro de metro y pico.
Su origen es desconocido, lo mismo puede ser extraterrestre o natural. Pero está claro que posee inteligencia.
Es de color negro intenso, completamente.
Su piel es lisa por fuera, y por la cara interior es cual dendro-piloso coral. Gracias a la voluntaria y coordinada orientación de sus vellosidades, es capaz de adentrar a su presa y retenerla enmedio.
Permanecer en su interior resulta sedante y reparador. Como un tierno retorno al seno materno.
Se desplaza ondulando su cuerpo oblicuamente, así mantiene a su rehén sumido en una 'u' balanceante inescapable.

Tan impresionante ensoñación, da paso a no pocas cavilaciones y figuraciones. Pues me tienta el imaginar un mundo gestionado por dichos seres tubulares.

La población adulta, sería su objetivo preferente y prioritario; menores y ancianos quedarían libres de su acción, salvo situaciones críticas.
El propósito de su tutela, sería rectificar nuestras taras y elevar nuestra conciencia. Interfiriendo e impidiendo las acciones nocivas y alentando los buenos pasos.

Por supuesto, tendrían capacidad para leer la mente o adivinar las intenciones. Así, optarían por servirte cuando tu objetivo fuese legítimo, y te engullirían cuando tu meta fuese perniciosa.
En su interior, te masajearían sabiamente para propiciar tu autorreconocimiento y la enmienda de tu mal encaminamiento.

Con tan inmediata y sencilla privación de libertad, se impedirían grandes abusos y desmanes. Y pronto el planeta sería un paraíso feliz y armónico.
Por supuesto, los malévolos pertinaces quedarían neutralizados a perpetuidad, hasta que abandonasen sus pretensiones.

Estos seres tubulares, también podrían cumplir muchas otras funciones prácticas. Por ejemplo, como transporte.
O como lecho nocturno.

Cada adulto tendría asignado su propio ser tubular particular, con quien establecería un vínculo profundo y duradero.
Y así, en bella simbiosis, la humanidad despertaría a una vida más madura y significativa.

O bueno, soñar es gratis.