Sí, ya sé, yo también pensaba que sólo teníamos una, pero ya ves, resulta que no.
Conviene que sepas que estamos en el año 2018 y que se han producido grandes cambios a causa del asunto este de las almas gemelas.
Verás, resulta que la ciencia (viva el progreso) ha desarrollado un método para medir el alma de las personas, que es algo así como una longitud de onda, una vibración muy sutil que se halla por 'debajo' del campo físico de la materia, yo no te lo puedo explicar mejor porque no lo entiendo, pregúntale a un experto si quieres.
Bueno, pues eso, que cada alma se puede medir según su grado de vibración y entonces, si encuentras otra alma con ese mismo grado es que es tu alma gemela, fácil, no?
El problema está en que para encontrarla habría que medir todas las almas del mundo y éste está bastante superpoblado últimamente, así que, por una vez, los científicos fueron prácticos y plantearon el asunto de forma global. Crearon unos satélites especiales que podían captar la señal de las almas desde el espacio y lanzaron y colocaron los suficientes para montar una 'red de seguimiento anímico' que abarcase toda la superficie del planeta.
Entonces descubrieron una cosa curiosa, en el hemisferio nocturno apenas había almas, y siempre pasaba lo mismo, no era una cuestión geográfica ni lumínica ni de los sensores. Total, que dedujeron que cuando los 'sujetos del experimento' se duermen sus almas desaparecen, misterios de la vida..., a mí eso no me quita el sueño, jaja.
Bueno, por dónde iba? Ah, sí, lo de los satélites, había otro inconveniente, el seguimiento era totalmente anónimo, ya que todavía no pueden obtener la identidad de las personas desde el espacio. Lo que hacen es etiquetar cada individuo con un número y mantener un seguimiento continuado del mismo, para no confundirlo y medirlo de nuevo.
A partir de ahí es cuando montaron lo de la agencia de relaciones, con su servicio: 'Encuentre su alma gemela por sólo 50 euros!' Y yo fui el primer afortunado en probarla (ingenuo de mí), midieron mi alma, buscaron en su base de datos y me dieron una dirección de Australia.
Me fui allí en avión (porras, por qué no inventarán de una vez el teletransporte en lugar de dedicarse a estas chorradas) y tuve mi primera decepción, mi alma gemela era un hombre, y ni siquiera era homosexual. Aquello no tenía ningún sentido, me sentí estafado y les reclamé que me devolvieran el dinero, enseguida me ofrecieron una nueva búsqueda más completa y entonces fue cuando salieron mis 59 almas gemelas, cosa harto inesperada.
Por si acaso hicieron otra prueba con otro sujeto y el resultado fue el mismo, en conclusión, que todo el mundo tiene 59 almas gemelas, menuda sorpresa, no?
La agencia vio claro lo que tenían que hacer para que el negocio funcionase, ellos se encargaban de reunir la totalidad de las almas de un mismo tipo, por un precio más elevado, claro.
Aun así la cosa les funcionó muy bien, porque los grupos de almas, una vez se conocían, se mantenían unidos, se creaba una simpatía instantánea entre sus componentes, por muy dispares que parecieran, e interactuaban como si se conocieran de toda la vida.
Naturalmente siempre terminaban decidiendo seguir viviendo juntos, para lo que necesitaban un edificio entero por lo menos, que, naturalmente, también les ofrecía la agencia, por un alquiler razonable, y todos contentos.
El caso es que aquellas 'hermandades' resultaban muy atractivas para la gente, ofrecían muchas ventajas frente al matrimonio, y se pusieron de moda. Eso trajo grandes cambios sociológicos, económicos, etc.
Los bancos fueron a la ruina, las hermandades ponían en común lo que ganaban y ello suponía un enorme poder adquisitivo, no necesitaban préstamos ni hipotecas ni créditos ni gaitas de esas. Y tampoco temían por su seguridad, una comunidad de miembros tan solidarios era como una fortaleza impenetrable, pobre del ladrón que lo intentara (también desaparecieron los juzgados, por cierto).
Internamente organizaban todo por turnos, de tal modo que las tareas de cada uno resultaban mínimas y sin embargo la calidad de vida que lograban entre todos era muy elevada, cómoda, placentera.
Sólo había un pequeño problema, el amor dentro de los grupos siempre era platónico, igual para todos, no podían modularlo de otra forma, imposible hacer distinciones o sentir preferencias entre ellos, lo cual en cierto modo estaba muy bien, pero eso hacía que el deseo sexual no se desarrollara, no se formaban parejas, no se producía la reproducción, así que no había futuro para la humanidad (pf, vaya novedad, no?).
Mientras tanto la agencia había adquirido inmensos beneficios y mucho poder, fue tomando un papel más activo en la transformación del planeta, empezó a imponer su modelo en las zonas más reacias o empobrecidas, ampliando el mercado, aunque para ello tuvieran que invertir grandes sumas de dinero.
En poco tiempo el mundo se convirtió en una macro red globalizada de hermandades armónicas y equilibradas, fáciles de controlar y de manejar por la agencia.
Lo malo es que con el paso de los años aquella forma de vida no era tan divertida como parecía, uno se sentía un poco atrapado por la rutina de los turnos, todo tan ordenado y previsible, y por la convivencia con aquella gente tan demasiado parecida a uno mismo, todo demasiado perfecto y equilibrado, tan poco emocionante...
De forma sutil surgían tensiones internas que estallaban violentamente en cuanto alguien intentaba cambiar algo en lo más mínimo. Era increíble lo rápido que se disparaban las reacciones, cómo se desproporcionaba todo hasta la desintegración total de los grupos.
Supongo que pasaba así por las muchas cosas en común que teníamos todos, una vez se daba ese paso ya no había marcha atrás. Se peleaban, destrozaban, aniquilaban salvajemente entre sí y rara vez quedaban supervivientes.
Aquellos enfrentamientos sangrientos hicieron que las hermandades no llegaran a su jubilación, qué le vamos a hacer, el ser humano es como es, mejor dicho, era como era.
Y todo esto por culpa de las dichosas almas gemelas, valiente tontería la manía esa de buscar la solución a nuestros problemas en la pareja ideal. La perfección hay que currársela, hombre.
Pd: Nada, estaba pensando... lo de los grupos sexagesimales, tendrá algo que ver con los relojes?
Ah, y también olvidaba explicar que, aunque sólo había 60 sujetos de cada longitud de onda, el rango de longitudes posibles era infinito.
20 de julio de 2007
17 de julio de 2007
tiempo de descuento
En el reloj de dios son las 20:07,
dios contempla la hora un poco impaciente,
se le está haciendo larga la representación de los humanos estos,
en realidad deberían haber terminado a las ocho,
pero están alargando el final,
menudo rollo,
a ver si se mueren de una vez
y me puedo ir a mi casa a descansar,
odio las obras que se alargan demasiado.
dios contempla la hora un poco impaciente,
se le está haciendo larga la representación de los humanos estos,
en realidad deberían haber terminado a las ocho,
pero están alargando el final,
menudo rollo,
a ver si se mueren de una vez
y me puedo ir a mi casa a descansar,
odio las obras que se alargan demasiado.
La madre
La madre está embarazada, alberga a su niño en su interior, eso le proporciona una sensación de contacto muy intensa con él, muy íntima. El niño se siente a su vez profundamente amado y protegido.
La madre da a luz, abraza a su niño con delicadeza y el niño se apoya en ella con ternura.
La madre le da el pecho a su niño, el vínculo es tan estrecho que el amor (y la leche) fluyen con naturalidad entre ambos.
Madre y niño juntos forman una unidad armoniosa, sin límites ni distinciones que definan dónde termina uno y comienza el otro.
Luego, el niño crece y va adquiriendo autonomía, la madre sigue siendo el referente principal y absoluto. Ella le enseña y le transmite los conocimientos necesarios, el niño absorbe y acepta cada palabra suya como una verdad universal, divina.
Después llega la edad de ir a la escuela, el primer día resulta traumático para ambos, la primera vez que se 'separan' realmente.
La distancia hace que la madre tema y se preocupe por lo que le pueda pasar a su niño, tan solo, tan frágil, tan desprotegido. Su amor le hace velar por su seguridad, estar siempre alerta, atenta a la menor señal, dificultad o problema.
Su vida gira en torno a él, nada es más importante, así que cuando su niño está fuera ella aguarda, espera, y se olvida de sí misma. Se olvida de vivir su vida, pierde el contacto con los demás, ella es una madre eficaz, ejemplar, entregada. Cumple todas sus funciones y eso ocupa todo su tiempo, no le importa, ella es feliz así.
El mundo es un lugar frío y hostil, despiadado y cruel con los débiles, por eso ella fue lista al escuchar su instinto, tener un hijo da mucha seguridad, crea un fuerte lazo, otorga ciertos privilegios y, lo mejor de todo, te hace poseedora de un ser vivo cuyo amor hacia ti será infinito, tu fuente de eterna felicidad, tu punto de referencia y apoyo, tu salvación, tu tranquilidad.
También supone mucho trabajo y dedicación pero vale la pena, es más fácil vivir con (a través de) él que sin él. Siempre sabes lo que hay que hacer, sabes cual es tu papel, obedeces tu instinto y así no tienes que pensar en nada más.
Lo importante es protegerlo, amarlo (mimarlo) mucho para que no se aleje demasiado cuando crezca, para que te siga haciendo caso, para que cuando te hagas mayor te cuide y te haga compañía.
El mundo es horrible, ya lo hemos dicho, y tu misión como madre es recordárselo siempre a tu niño, para que tenga cuidado, para que sea bueno y no se mezcle con mala gente.
Así, el niño le cuenta a su madre todo lo que hace cuando está fuera de casa y la madre le expresa sus miedos al respecto, sus quejas, sus prejuicios, etc. O sea, que censura siempre a los demás, sólo él y su madre son buenos, nadie más, por eso ella no sale de casa más que para hacer la compra.
Poco a poco lo va moldeando como ella quiere y procura retenerlo el máximo tiempo posible dentro de casa, en sus dominios, controlado, seguro, a salvo.
El niño crece y llega a la adolescencia, comienza a interesarse por las chicas, pero la madre no soporta la idea de que ninguna pelandusca se lo robe, lo aparte de su lado. Así que aumenta su vigilancia y su represión, le hace chantaje emocional y lo acosa psicológicamente, lo que haga falta con tal de desmontar su voluntad.
Hasta que el niño se rinde, cesa en su empeño y vuelve al redil manso y obediente, como siempre.
Pasan los años y la convivencia continua de ambos, y su aislamiento social, han producido claros signos externos de su deformidad interior. Tanto tiempo alimentando recíprocamente sus absurdos prejuicios ha hecho que pierdan la noción de la realidad.
Su criterio y sus valores se han pervertido de forma atroz, se han convertido en los locos del lugar, ya nadie los trata, su estupidez hace que se creen ellos solos muchos problemas.
Tienen un gusto espantoso, rancio y decadente, acumulan cosas absurdas, sin valor, en las que curiosamente depositan mucha fe, se rodean de ellas y las convierten en sus ídolos, totems, fetiches, para que los amparen y protejan del mundo...
Y es mejor no hablar de la multitud de gatos que crían, ni de la relación, el trato, que con ellos mantienen, a modo de compensación, salida, de sus múltiples frustraciones.
Mejor no seguir con el progreso de su degeneración, basta con ver las pintas que tienen ahora, la vieja ignorante amargada y su hijo bobo cuarentón, siempre juntos, atrapados, en su burbuja enfermiza de posesión medrosa y de miedo absorbente.
La madre da a luz, abraza a su niño con delicadeza y el niño se apoya en ella con ternura.
La madre le da el pecho a su niño, el vínculo es tan estrecho que el amor (y la leche) fluyen con naturalidad entre ambos.
Madre y niño juntos forman una unidad armoniosa, sin límites ni distinciones que definan dónde termina uno y comienza el otro.
Luego, el niño crece y va adquiriendo autonomía, la madre sigue siendo el referente principal y absoluto. Ella le enseña y le transmite los conocimientos necesarios, el niño absorbe y acepta cada palabra suya como una verdad universal, divina.
Después llega la edad de ir a la escuela, el primer día resulta traumático para ambos, la primera vez que se 'separan' realmente.
La distancia hace que la madre tema y se preocupe por lo que le pueda pasar a su niño, tan solo, tan frágil, tan desprotegido. Su amor le hace velar por su seguridad, estar siempre alerta, atenta a la menor señal, dificultad o problema.
Su vida gira en torno a él, nada es más importante, así que cuando su niño está fuera ella aguarda, espera, y se olvida de sí misma. Se olvida de vivir su vida, pierde el contacto con los demás, ella es una madre eficaz, ejemplar, entregada. Cumple todas sus funciones y eso ocupa todo su tiempo, no le importa, ella es feliz así.
El mundo es un lugar frío y hostil, despiadado y cruel con los débiles, por eso ella fue lista al escuchar su instinto, tener un hijo da mucha seguridad, crea un fuerte lazo, otorga ciertos privilegios y, lo mejor de todo, te hace poseedora de un ser vivo cuyo amor hacia ti será infinito, tu fuente de eterna felicidad, tu punto de referencia y apoyo, tu salvación, tu tranquilidad.
También supone mucho trabajo y dedicación pero vale la pena, es más fácil vivir con (a través de) él que sin él. Siempre sabes lo que hay que hacer, sabes cual es tu papel, obedeces tu instinto y así no tienes que pensar en nada más.
Lo importante es protegerlo, amarlo (mimarlo) mucho para que no se aleje demasiado cuando crezca, para que te siga haciendo caso, para que cuando te hagas mayor te cuide y te haga compañía.
El mundo es horrible, ya lo hemos dicho, y tu misión como madre es recordárselo siempre a tu niño, para que tenga cuidado, para que sea bueno y no se mezcle con mala gente.
Así, el niño le cuenta a su madre todo lo que hace cuando está fuera de casa y la madre le expresa sus miedos al respecto, sus quejas, sus prejuicios, etc. O sea, que censura siempre a los demás, sólo él y su madre son buenos, nadie más, por eso ella no sale de casa más que para hacer la compra.
Poco a poco lo va moldeando como ella quiere y procura retenerlo el máximo tiempo posible dentro de casa, en sus dominios, controlado, seguro, a salvo.
El niño crece y llega a la adolescencia, comienza a interesarse por las chicas, pero la madre no soporta la idea de que ninguna pelandusca se lo robe, lo aparte de su lado. Así que aumenta su vigilancia y su represión, le hace chantaje emocional y lo acosa psicológicamente, lo que haga falta con tal de desmontar su voluntad.
Hasta que el niño se rinde, cesa en su empeño y vuelve al redil manso y obediente, como siempre.
Pasan los años y la convivencia continua de ambos, y su aislamiento social, han producido claros signos externos de su deformidad interior. Tanto tiempo alimentando recíprocamente sus absurdos prejuicios ha hecho que pierdan la noción de la realidad.
Su criterio y sus valores se han pervertido de forma atroz, se han convertido en los locos del lugar, ya nadie los trata, su estupidez hace que se creen ellos solos muchos problemas.
Tienen un gusto espantoso, rancio y decadente, acumulan cosas absurdas, sin valor, en las que curiosamente depositan mucha fe, se rodean de ellas y las convierten en sus ídolos, totems, fetiches, para que los amparen y protejan del mundo...
Y es mejor no hablar de la multitud de gatos que crían, ni de la relación, el trato, que con ellos mantienen, a modo de compensación, salida, de sus múltiples frustraciones.
Mejor no seguir con el progreso de su degeneración, basta con ver las pintas que tienen ahora, la vieja ignorante amargada y su hijo bobo cuarentón, siempre juntos, atrapados, en su burbuja enfermiza de posesión medrosa y de miedo absorbente.
8 de julio de 2007
Poemas de terror
Allá por el 98 yo todavía usaba msdos en mi ordenador y me entretenía programando cosillas en basic. Un día se me ocurrió crear un programa que combinase aleatoriamente palabras y formase con ellas 'poemas'. El resultado era grotesco, sin sentido, pero algunas mezclas de ideas me gustaban, así que algunos de aquellos engendros los aprovechaba, los retocaba un poco e intentaba darles un mínimo de coherencia. Era divertido crearlos por la temática que trataban, aunque vistos con perspectiva se puede decir que dan miedo de lo malos que son, jeje.
-fragmentos:
La televisión es caníbal, las tumbas bostezan.
Porque la pirámide que vuela encoge el dinero.
Un tiburón se ducha con miedo: plagas?
Habla el fuego con las arañas, muertas de hambre.
La luna cae, ofrece extraterrestres, en el desierto.
Huelo el subperfume de su lunar: me hace feo.
Castillos de arena juegan con mi voluntad, cogen mis lágrimas.
Dinosaurios de placer, mañana dragones,
la losa del demonio sufre de histeria,
llega el macabro más allá. Hecho de babas y lágrimas.
comenta mucho su empeño el ladrón de cementerios,
la araña espera otras lágrimas del cuchillo,
Infraterrestre, ven sufriendo a por mí
y escoge el final que quieras.
No necesita rader arena quien conoce al pirata de la tarde.
Amigos, el trabajo es el canalla peor,
Malo para el bostezo,
El océano se esconde del mundo,
La quietud total angustia a los fantasmas...
En la oscuridad sangrante yace la luna herida.
(Entre los dinosaurios ser mortal era un muermo.)
Hoy es diferente la suerte del cuervo.
-selección:
XI
La maldición del pantano: buscan veneno las ratas.
Tumba piensa que eres alma en pena.
Crepita el cadáver en el cementerio.
La rata del santuario: esa criatura que muere y renace
en la oscuridad.
Arañazos en su alma, el lobo escapa al lago de lágrimas,
yace perdido en el mañana sangriento,
necesita un pozo espeluznante.
Anoche los lagartos comían en silencio.
Odiad al decapitado tridente.
La sangre de tiburón es para los colmillos de la gárgola
caníbal del más allá.
XII
Veneno en ruinas, nublado veneno, soy terror enlosado.
La cueva serpiente va tras cadáver-con-lápida.
El pozo respira, crepita el fuego inmortal.
El ladrón creado agobia a la tribu de pesadilla.
La muerte, en penumbra, desgarra la luna.
Ser infernal, baboso, más allá, deshace con saña almas de rata.
Necesita calaveras contaminadas el espíritu del pantano.
Un tiburón arañó mi cara ayer en silencio.
El extraterrestre, tras el escalofrío de la criatura, renacerá.
XIV
Criatura de la secta.
Un viento sanguinario usurpa el espejo.
El guía de la tribu quiere la mandíbula esta...
Mañana renace el lobo, ayer se ocultó el terror,
a la sombra abominable del cementerio.
Ahuyenta al endiablado ogro de tu losa putrefacta, si puedes, cadáver.
Zombi odia bosque, unas ruinas nublan la noche.
Una piedra escapa del castigo crujido.
Pasa el decapitado que ulula con su daga oculta.
Sin espíritu vigila el monstruo que crepita.
XVI
Mi esqueleto os matará, aun muerto o decapitado.
Suspiro endiablado hoy.
Seré crujido del alma y sangre del espíritu.
Mataré en susurros al hechizo de mi losa profunda,
perdida en un maldito cementerio.
Ahuyentaré la tormenta de las nieblas.
Sin más, me deslizaré chillando entre las macabras ruinas.
Respiraré medio muerto las babas del pánico.
Con un pie y mi calavera escaparé de mi lecho.
Y del abominable dormitorio.
Cual escalofrío espeluznante surgiré,
de entre las sombras de las tinieblas.
XX
Desgarra la niebla un monstruo, persigue al vampiro Bretcha.
Es salvaje y mientras respira masculla ruinas.
Tras la niebla fantasma muchos colmillos aguardan.
Bajo el frío invernal de la extraña noche de luna hiena.
Este loco monstruo sigue a la muerte viviente.
E(se r)astrero salta y escapa de su lado en un suspiro.
Mientras el espeluznante ogro golpea, sudando, la penumbra.
En la espesura del bosque el vampiro ya no espera.
Para ver al malvado de raras intenciones.
Que antes era su paternal protector.
XXII
Extraterrestre súplica.
El viento sopla en la cumbre del Escalafríos,
un murciélago muere de agonía (otro pobre diablo a las tinieblas),
el más allá es rico en bosques (de losas),
yo lo descubrí con mi tenebrosa vista,
el dolor crepita, ataca a días,
tiene réplicas y lagartos,
la alucinante oscuridad indaga en tus demonios,
la mandíbula del pánico sangra,
persiguen las ratas cadáveres,
suspira el murciélago, espera con sigilo sus gotas de sangre,
desolados, los espíritus, acuden y caen al pozo sin fondo.
XXV
'Tanto mejor si está muerto, mejor perdedor, mañana huesos y tierra'.
Piensa con su amigo al frío.
'Necesita salud este perdedor, tu nombre, si eso, será el más grande'.
Sinónimo de cómo quedó al final tras verte masticar su lengua con ruido, de perdedor.
Le ruega después mascar con mal diente su cuidado vientre.
Él calla, le apetece pillarlo despierto,
sus lágrimas y su ombligo son mejor que el paraíso.
XXXVI
Despierta, ven, estás muerto.
La nada te espera.
Olvida tus mundos perdidos.
Este desierto sin fuego te pertenece.
No mires atrás.
Agradece tu destino y ven.
Están todos esperando verte.
Cuida, no pises a estos...
Deja de andar por los suelos, eres aire!
Mañana todo seguirá igual.
Tienes toda la eternidad para llorar si quieres.
XXXVIII
Sangre flotante usurpa las cicatrizadas huellas.
(Suelta un suspiro la luna, llena de pintura).
El peligro que vino del sanatorio lucha en la cueva,
estaba castigado a ver sufrir su espíritu inquieto,
pero el guardián de la celda cayó
y el prisionero arrancó su alma a crujidos.
Hoy un tormento oculto lo persigue por dentro;
Despertando de su pozo, cerrado con silencio,
surge algo por las huellas que más odia.
XXXIX
Un bosque en silencio, atentas sus ramas.
Nadie del más allá querría pisar, ni muerto,
al abominable Abominable.
Junto al silencio de muerte escapa la medicina de la serpiente.
Mientras no hagas ruido ni arañes los hilos
el terreno esconderá sus mosquitos, a la espera.
Si llega el terror que asfixia (el veneno olía mejor)
verás, sobre sus olas de agua salvaje,
algo flotante y macabro que devora lo que eras,
cuando marches al reino de las almas.
XLIII
La piedra del lagarto surgió con el terror:
Huyó el viento salvaje, sangró el pantano
y el diablo naufragó.
Quedó el suelo sin huellas, la selva se tragó sus tribus
y el lobo enmudeció.
En la penumbra yacía una losa inquieta, en silencio empezó a llover,
entonces, un demonio rugió (vencida la losa),
la lluvia lo saluda.
Pasos que salen en busca de alguien, la arena observa el oleaje, espectante.
La furia lo acompaña en su caza: regresa de las sombras
el espíritu del escalofrío.
XLVI
En sepulcro líquido te ahogas.
Muere tu pesado diablo,
te hundes en el mar agotado.
Pues, antes, la criatura vampírica hizo lo suyo.
Te seguía paciente, hasta tu naufragio.
Abierta tu sangre, salió inquieta su sed.
Mientras tus lágrimas caían al mar,
que te ha atrapado con su susurro.
Aquel, tras saciarse, quiso salvarse de la muerte.
Pero pudo más el mar con sus olas.
Ondulantes caéis el diablo y tú,
a las profundidades del líquido.
XLVII
Calavera sin serpiente,
cicatrizadas las grietas, sus lagunas son un remanso de paz.
Calavera sin color,
selladas las salidas, nadie encuentra su lugar.
Calavera sin presente,
apagadas las antorchas, la vista deambula a sus anchas.
Calavera sin destino,
sofocados los alaridos, nadie perturba a los espíritus.
Calavera sin amigos,
congelado el viento, ningún esqueleto tiene frío.
XLVIII
Mano fantasma, aprietas pero no agarras.
La brisa te arrastra hasta las ruinas.
La luna se burla de tu lamento silencioso.
Ninguna historia aguanta hasta el infinito.
Tus pesadillas te acuchillan en la noche.
Ya no hay lágrimas en tu ser.
Todo resbala sobre ti mientras buscas un refugio:
La sólida calma de una lápida.
Lástima que nadie te ceda la suya.
El océano respira, bostezan las nubes
y sigue sediento el diablo muerto.
XLIX
Asustada desliza su maldición al pantano,
contaminada y sin medicina.
Huyó su lado más normal.
Una brisa genial acudió en su auxilio,
la tormenta murmura mientras respira.
Despliega su odio con luz hiriente,
la tierra se espanta y la siguen sus duendes.
Las piedras tiemblan hacia el filo peligroso de la noche.
El vampiro no quiso volar hoy (por si acaso).
LLueve.
El sonido apaga poco a poco su furia
y la luz vuelve a la vida.
LI
Destruido el monasterio por Babas y Lodo,
creado por la hermandad de la Nueva Luz (antes).
Guardan:
Sus huertos putrefactos, restos de seres, de sobra
para los mosquitos que allí habitan.
Los felinos dominan:
El claustro.
Derruidas, las murallas sirven de cobijo
para algunos lobos y serpientes.
La cocina es el reino de las moscas
siempre.
El bosque avanza, en busca de sales, por las celdas.
En la iglesia:
Charcos y ranas bajo la bóveda celeste.
Y los libros yacen, en sus estantes,
roídos por las ratas.
LII
I
Alma miedo, caído pozo,
aurora lejos, arriba.
Frío exhalo, sangre siento,
clavado, quieto, herido.
Lágrimas pánico, dolor animado,
tierra húmeda, resbala.
Sepultado, barro hundido.
Asfixia, lodo ahoga, blando,
muero.
II
Ardo ciego, bajo lento,
siento dentro,
cruel dolor eterno,
agonía.
Arrastrado infierno,
demonios comen muerto,
alma dentro, grito ahogado,
luz muy lejos.
LIII
Una daga traspasa el infinito, se desliza con su aura de pánico,
a su paso deja una estela de dolor y muerte.
Se acerca.
Oculto tras el espejo se oxida un cuchillo, manchado de sangre seca,
su filo se mantiene afilado.
Silbante, la guadaña mellada sesga a sus victimas,
la muerte no tolera a la vida en sus negras tierras.
Alguien clavó unas frías tijeras nuevas a su hijo,
para cortar un escalofrío.
La locura del vecino separó una guillotina chirriante,
con su refrescante impulso le guió al otro mundo.
LIV
Pozo de fuego, el humo cubre tus grietas.
El corsario ahuyenta a la gente con sus babas.
Tu silencio, traidor, roza su brazo.
Moldeable, repta el viento siguiendo a un ogro.
Oculto en las mazmorras murmura un demente, hambriento.
Odia a la luna llena.
Un zombi decapitado deambula por los montes.
Perdido.
En busca de algo que necesita pero que ignora.
Irritante.
Un travieso diablillo arrastra su tridente,
estridente.
LV
El mecanismo que da vida al océano no está roto ni destruido,
pues trabaja oculto.
Su ruido saluda a muchas aves y, con suerte,
algún avión describe su camino sobre sus aguas
animadas.
El mecanismo zumba en la playa para todos
los que cruzan su línea y dejan la isla flotando
sola.
Tal vez tú lo veas cuando te arrastre
al fondo.
-fragmentos:
La televisión es caníbal, las tumbas bostezan.
Porque la pirámide que vuela encoge el dinero.
Un tiburón se ducha con miedo: plagas?
Habla el fuego con las arañas, muertas de hambre.
La luna cae, ofrece extraterrestres, en el desierto.
Huelo el subperfume de su lunar: me hace feo.
Castillos de arena juegan con mi voluntad, cogen mis lágrimas.
Dinosaurios de placer, mañana dragones,
la losa del demonio sufre de histeria,
llega el macabro más allá. Hecho de babas y lágrimas.
comenta mucho su empeño el ladrón de cementerios,
la araña espera otras lágrimas del cuchillo,
Infraterrestre, ven sufriendo a por mí
y escoge el final que quieras.
No necesita rader arena quien conoce al pirata de la tarde.
Amigos, el trabajo es el canalla peor,
Malo para el bostezo,
El océano se esconde del mundo,
La quietud total angustia a los fantasmas...
En la oscuridad sangrante yace la luna herida.
(Entre los dinosaurios ser mortal era un muermo.)
Hoy es diferente la suerte del cuervo.
-selección:
XI
La maldición del pantano: buscan veneno las ratas.
Tumba piensa que eres alma en pena.
Crepita el cadáver en el cementerio.
La rata del santuario: esa criatura que muere y renace
en la oscuridad.
Arañazos en su alma, el lobo escapa al lago de lágrimas,
yace perdido en el mañana sangriento,
necesita un pozo espeluznante.
Anoche los lagartos comían en silencio.
Odiad al decapitado tridente.
La sangre de tiburón es para los colmillos de la gárgola
caníbal del más allá.
XII
Veneno en ruinas, nublado veneno, soy terror enlosado.
La cueva serpiente va tras cadáver-con-lápida.
El pozo respira, crepita el fuego inmortal.
El ladrón creado agobia a la tribu de pesadilla.
La muerte, en penumbra, desgarra la luna.
Ser infernal, baboso, más allá, deshace con saña almas de rata.
Necesita calaveras contaminadas el espíritu del pantano.
Un tiburón arañó mi cara ayer en silencio.
El extraterrestre, tras el escalofrío de la criatura, renacerá.
XIV
Criatura de la secta.
Un viento sanguinario usurpa el espejo.
El guía de la tribu quiere la mandíbula esta...
Mañana renace el lobo, ayer se ocultó el terror,
a la sombra abominable del cementerio.
Ahuyenta al endiablado ogro de tu losa putrefacta, si puedes, cadáver.
Zombi odia bosque, unas ruinas nublan la noche.
Una piedra escapa del castigo crujido.
Pasa el decapitado que ulula con su daga oculta.
Sin espíritu vigila el monstruo que crepita.
XVI
Mi esqueleto os matará, aun muerto o decapitado.
Suspiro endiablado hoy.
Seré crujido del alma y sangre del espíritu.
Mataré en susurros al hechizo de mi losa profunda,
perdida en un maldito cementerio.
Ahuyentaré la tormenta de las nieblas.
Sin más, me deslizaré chillando entre las macabras ruinas.
Respiraré medio muerto las babas del pánico.
Con un pie y mi calavera escaparé de mi lecho.
Y del abominable dormitorio.
Cual escalofrío espeluznante surgiré,
de entre las sombras de las tinieblas.
XX
Desgarra la niebla un monstruo, persigue al vampiro Bretcha.
Es salvaje y mientras respira masculla ruinas.
Tras la niebla fantasma muchos colmillos aguardan.
Bajo el frío invernal de la extraña noche de luna hiena.
Este loco monstruo sigue a la muerte viviente.
E(se r)astrero salta y escapa de su lado en un suspiro.
Mientras el espeluznante ogro golpea, sudando, la penumbra.
En la espesura del bosque el vampiro ya no espera.
Para ver al malvado de raras intenciones.
Que antes era su paternal protector.
XXII
Extraterrestre súplica.
El viento sopla en la cumbre del Escalafríos,
un murciélago muere de agonía (otro pobre diablo a las tinieblas),
el más allá es rico en bosques (de losas),
yo lo descubrí con mi tenebrosa vista,
el dolor crepita, ataca a días,
tiene réplicas y lagartos,
la alucinante oscuridad indaga en tus demonios,
la mandíbula del pánico sangra,
persiguen las ratas cadáveres,
suspira el murciélago, espera con sigilo sus gotas de sangre,
desolados, los espíritus, acuden y caen al pozo sin fondo.
XXV
'Tanto mejor si está muerto, mejor perdedor, mañana huesos y tierra'.
Piensa con su amigo al frío.
'Necesita salud este perdedor, tu nombre, si eso, será el más grande'.
Sinónimo de cómo quedó al final tras verte masticar su lengua con ruido, de perdedor.
Le ruega después mascar con mal diente su cuidado vientre.
Él calla, le apetece pillarlo despierto,
sus lágrimas y su ombligo son mejor que el paraíso.
XXXVI
Despierta, ven, estás muerto.
La nada te espera.
Olvida tus mundos perdidos.
Este desierto sin fuego te pertenece.
No mires atrás.
Agradece tu destino y ven.
Están todos esperando verte.
Cuida, no pises a estos...
Deja de andar por los suelos, eres aire!
Mañana todo seguirá igual.
Tienes toda la eternidad para llorar si quieres.
XXXVIII
Sangre flotante usurpa las cicatrizadas huellas.
(Suelta un suspiro la luna, llena de pintura).
El peligro que vino del sanatorio lucha en la cueva,
estaba castigado a ver sufrir su espíritu inquieto,
pero el guardián de la celda cayó
y el prisionero arrancó su alma a crujidos.
Hoy un tormento oculto lo persigue por dentro;
Despertando de su pozo, cerrado con silencio,
surge algo por las huellas que más odia.
XXXIX
Un bosque en silencio, atentas sus ramas.
Nadie del más allá querría pisar, ni muerto,
al abominable Abominable.
Junto al silencio de muerte escapa la medicina de la serpiente.
Mientras no hagas ruido ni arañes los hilos
el terreno esconderá sus mosquitos, a la espera.
Si llega el terror que asfixia (el veneno olía mejor)
verás, sobre sus olas de agua salvaje,
algo flotante y macabro que devora lo que eras,
cuando marches al reino de las almas.
XLIII
La piedra del lagarto surgió con el terror:
Huyó el viento salvaje, sangró el pantano
y el diablo naufragó.
Quedó el suelo sin huellas, la selva se tragó sus tribus
y el lobo enmudeció.
En la penumbra yacía una losa inquieta, en silencio empezó a llover,
entonces, un demonio rugió (vencida la losa),
la lluvia lo saluda.
Pasos que salen en busca de alguien, la arena observa el oleaje, espectante.
La furia lo acompaña en su caza: regresa de las sombras
el espíritu del escalofrío.
XLVI
En sepulcro líquido te ahogas.
Muere tu pesado diablo,
te hundes en el mar agotado.
Pues, antes, la criatura vampírica hizo lo suyo.
Te seguía paciente, hasta tu naufragio.
Abierta tu sangre, salió inquieta su sed.
Mientras tus lágrimas caían al mar,
que te ha atrapado con su susurro.
Aquel, tras saciarse, quiso salvarse de la muerte.
Pero pudo más el mar con sus olas.
Ondulantes caéis el diablo y tú,
a las profundidades del líquido.
XLVII
Calavera sin serpiente,
cicatrizadas las grietas, sus lagunas son un remanso de paz.
Calavera sin color,
selladas las salidas, nadie encuentra su lugar.
Calavera sin presente,
apagadas las antorchas, la vista deambula a sus anchas.
Calavera sin destino,
sofocados los alaridos, nadie perturba a los espíritus.
Calavera sin amigos,
congelado el viento, ningún esqueleto tiene frío.
XLVIII
Mano fantasma, aprietas pero no agarras.
La brisa te arrastra hasta las ruinas.
La luna se burla de tu lamento silencioso.
Ninguna historia aguanta hasta el infinito.
Tus pesadillas te acuchillan en la noche.
Ya no hay lágrimas en tu ser.
Todo resbala sobre ti mientras buscas un refugio:
La sólida calma de una lápida.
Lástima que nadie te ceda la suya.
El océano respira, bostezan las nubes
y sigue sediento el diablo muerto.
XLIX
Asustada desliza su maldición al pantano,
contaminada y sin medicina.
Huyó su lado más normal.
Una brisa genial acudió en su auxilio,
la tormenta murmura mientras respira.
Despliega su odio con luz hiriente,
la tierra se espanta y la siguen sus duendes.
Las piedras tiemblan hacia el filo peligroso de la noche.
El vampiro no quiso volar hoy (por si acaso).
LLueve.
El sonido apaga poco a poco su furia
y la luz vuelve a la vida.
LI
Destruido el monasterio por Babas y Lodo,
creado por la hermandad de la Nueva Luz (antes).
Guardan:
Sus huertos putrefactos, restos de seres, de sobra
para los mosquitos que allí habitan.
Los felinos dominan:
El claustro.
Derruidas, las murallas sirven de cobijo
para algunos lobos y serpientes.
La cocina es el reino de las moscas
siempre.
El bosque avanza, en busca de sales, por las celdas.
En la iglesia:
Charcos y ranas bajo la bóveda celeste.
Y los libros yacen, en sus estantes,
roídos por las ratas.
LII
I
Alma miedo, caído pozo,
aurora lejos, arriba.
Frío exhalo, sangre siento,
clavado, quieto, herido.
Lágrimas pánico, dolor animado,
tierra húmeda, resbala.
Sepultado, barro hundido.
Asfixia, lodo ahoga, blando,
muero.
II
Ardo ciego, bajo lento,
siento dentro,
cruel dolor eterno,
agonía.
Arrastrado infierno,
demonios comen muerto,
alma dentro, grito ahogado,
luz muy lejos.
LIII
Una daga traspasa el infinito, se desliza con su aura de pánico,
a su paso deja una estela de dolor y muerte.
Se acerca.
Oculto tras el espejo se oxida un cuchillo, manchado de sangre seca,
su filo se mantiene afilado.
Silbante, la guadaña mellada sesga a sus victimas,
la muerte no tolera a la vida en sus negras tierras.
Alguien clavó unas frías tijeras nuevas a su hijo,
para cortar un escalofrío.
La locura del vecino separó una guillotina chirriante,
con su refrescante impulso le guió al otro mundo.
LIV
Pozo de fuego, el humo cubre tus grietas.
El corsario ahuyenta a la gente con sus babas.
Tu silencio, traidor, roza su brazo.
Moldeable, repta el viento siguiendo a un ogro.
Oculto en las mazmorras murmura un demente, hambriento.
Odia a la luna llena.
Un zombi decapitado deambula por los montes.
Perdido.
En busca de algo que necesita pero que ignora.
Irritante.
Un travieso diablillo arrastra su tridente,
estridente.
LV
El mecanismo que da vida al océano no está roto ni destruido,
pues trabaja oculto.
Su ruido saluda a muchas aves y, con suerte,
algún avión describe su camino sobre sus aguas
animadas.
El mecanismo zumba en la playa para todos
los que cruzan su línea y dejan la isla flotando
sola.
Tal vez tú lo veas cuando te arrastre
al fondo.
5 de julio de 2007
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