Nel suelo ela cochiera ai una raja que no cabe niun paliyo de flaca ques, yes rara poque solo va de lantrada asta tres palmos y loego sacaba. Que ni se sabe comua salio, poquel suelos de cienento y mas duro cuna piedra. Y yo ni mabia dao cuentas questaba ai, asta lotro dia que la vi ela vi y me quiede tope rato mirandonla ai cierca. Que canto mas la mirasba mas ñedo me daba, que que paecia quiba salir dai una raña o yo que sie. Peo lo raro es canasi no pudia diejar de miranla sin ni parpadiear. Y yo me crieia cosas cavez mas raras que mas de la raja isa, que paecia como si se corvintiera en otras cosas peo sin canviar de formas ni na. Quesque mi maginasba toeso que paecia que paecia, quera comuna sornisa malisna o una tranpas o una sierpente miminuta o una goarida fropunda. Peo lo pieor fue lueguio pola nosche, cando me fi ala cama a mimir y suñie con la raja. Que macercaba a miranla y me caia por eyia y ya no pudia parar dir acia vajo tol rato. Poque mabia salido del mundo como nun vidiojego cando ai un fayio y tescurres del mapas. Yera orrisble que mas de piensar en lo inposibles quera vulver y que mabia pierdido pa senpre jamias. Sin ya ni podier ya vivir niuna cosa niotra, solo el orror irtenminable de caer tol rato sin fin. Y la jigantisma pena eme daba lo liejisimos questaba, nesa tierrible niegrura de nunca cabar. Y meosmal que me dispierte, cabia sio una piesadiya mu mal y pieor que mas. Y fijate o si no, que uf.