Campo-dormido contempla su destino baldío,
espectros y porfías lo surcan y hollan,
repletos de estéreos lamentos y ecos yermos.
Campo-dormido aguarda con pasmo manso,
ante tales desatinos y alardes,
de nimia valía y nula alquimia.
Campo-dormido acata ensornecido el delirio,
la danza errante de los pésimos,
su fiera escisión mema.
Campo-dormido deplora ser testigo y albacea,
de semejante vil ralea,
donora de necios anhelos y semilla huera.
Campo-dormido repudia la continua letanía,
los mutuos reproches y agravios,
el negro bullir de los ingratos.
Campo-dormido bosteza fútil y aburrido,
ante tan ruin embrollo y maraña,
farsa y drama que cansa y plaga.
Campo-dormido ansía ocaso y salida,
a dicho amargo enredo,
y propicio sueña redentores dragones.